Tratar de definir los malos tratos a las personas mayores puede resultar una tarea compleja, ya que son muchos los términos utilizados (maltrato, abuso, negligencia, malos tratos,…) y con significados muy diversos. Asimismo, los actores (familia, profesionales, las instituciones,…) y los escenarios donde acaece el maltrato son múltiples y variados (el propio hogar, los centros médicos, las residencias de mayores,…).
Como definición de referencia podemos acudir a la que propone la Organización Mundial de la Salud en la «Declaración de Toronto» para la prevención global del maltrato a las personas mayores: “El maltrato a personas mayores se define como la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza”.
El maltrato a las personas mayores, en cualquiera de sus formas (maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, así como el abuso de confianza en cuestiones económicas. También el maltrato puede ser el resultado de negligencia, sea intencional o no) es un problema creciente a nivel mundial, afectando a los derechos humanos de millones de mayores en todo el mundo, sin distinción de países desarrollados o en vías de desarrollo. Su magnitud es tal que el problema merece la atención de la comunidad internacional y de todos los actores sociales. También del movimiento asociativo de adultos mayores.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 66/127, designo el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez. Representa el día del año cuando todo el mundo expresa su oposición a los abusos y los sufrimientos infligidos a algunas de nuestras generaciones mayores.
Para más información sobre este evento visita la web de Naciones Unidas
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