La Habana (Cuba), 3 de junio de 2016. Un día se dieron cuenta de que la abuela olvidaba algunos asuntos, luego que preguntaba dónde estaban parientes que habían fallecido años atrás. Cuando la llevaron a la primera consulta con el especialista en geriatría, luego de algunos estudios, se confirmó que padecía de Alzheimer.
Así viven muchas familias cubanas la situación de la prevalencia del síndrome demencial. No son pocos los que tienden a asociar la pérdida de memoria de un adulto mayor, a los achaques típicos de una edad avanzada, sin embargo con el paso del tiempo y el agravamiento de los síntomas acuden a los especialistas.
El envejecimiento de la población cubana ha motivado estudios como el que desarrolla el Grupo de Investigación, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. El doctor Juan de Jesús Llibre Rodríguez, quien preside la sección cubana de Alzheimer, informó a Granma sobre el estudio Envejecimiento y Alzheimer que ya se encuentra en su tercera fase.
El especialista brindó detalles sobre la implementación del proyecto de investigación: “Demencia, fragilidad y dependencia: 10 años de seguimiento de personas mayores cubanas 2016-2018”. Este programa empezó en 2003 y realiza evaluaciones cada cuatro años usando una muestra de 3.015 adultos con 65 años o más.
Según Llibre Rodríguez lo más importante de este estudio, realizado por un grupo multidisciplinario de médicos, es «brindar información acerca de las enfermedades crónicas no transmisibles y los factores de riesgo que afectan la salud física y mental de los adultos mayores». Llibre destacó que se hace «especial énfasis» en «la demencia y las condiciones como la fragilidad y la dependencia en la población cubana».
El 20% de los adultos mayores estudiados se clasificaron como frágiles y el 7% de ellos necesitaría de «cuidados la mayor parte del tiempo»
El estudio ya ofrece las primeras cifras, que han servido de alerta a los especialistas. Entre la población mayor de 65 años la prevalencia del síndrome demencial es del 10,2%, y «entre un 60% y 70% de los casos corresponden a la enfermedad de Alzheimer», precisó el doctor.
El Alzheimer es la primera causa de discapacidad en ese sector poblacional y es considerado como el factor que más interviene en la dependencia y necesidad de cuidado del adulto mayor así como en la sobrecarga económica y estrés psicológico en el cuidador.
Apegados a las estadísticas alarmantes del acelerado envejecimiento en Cuba, el informe concluye que una cifra cercana a 160.000 personas viven con Alzheimer o algún otro tipo de demencia. El experto advirtió que «sin una intervención efectiva» la cifra de cubanos con demencia «se ampliará en 2,3 veces para el año 2040». Este aumento equivaldría a que «300.000 personas vivirían con demencia», lo que se traduce en un «2,7 % de la población».
Entre los riesgos identificados a lo largo de las investigaciones destacan por su influencia la avanzada edad, así como la «elevada prevalencia de enfermedades crónicas vasculares en los adultos mayores estudiados», informó el doctor. La hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular se incluyen entre los factores de riesgo más significativos.
Según el estudio, el 20% de los adultos mayores estudiados se clasificaron como frágiles y el 7% de ellos necesitaría de «cuidados la mayor parte del tiempo». Esta conclusión llevaría a replantearse todo el sistema de atención a la tercera edad en el país y también a las familias que acompañan a los enfermos en esta difícil etapa de la vida.
Fuente: 14 y Medio
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