Ciudad de México, 20 de agosto de 2015. Con el objetivo de fomentar una cultura del envejecimiento, basada en una vida funcional e independiente para lograr una vejez autónoma y satisfactoria, el Instituto Nacional de las Mujeres y el Instituto Nacional de Desarrollo Social-INDESOL realizaron un conversatorio a nivel nacional por videoconferencia dirigido a personal de las Instancias estatales y municipales de la mujer, personal del Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores-INAPAM y del INDESOL y a miembros de organizaciones de la sociedad civil.
Marcela Eternod, secretaria ejecutiva del Inmujeres, destacó que las mujeres están expuestas a condiciones de envejecimiento desventajosas. Así, el porcentaje de mujeres mayores de 60 años sin ingresos propios supera al menos dos veces a los hombres de la misma edad, debido a que la mayor parte del trabajo que han desempeñado ha sido trabajo no remunerado, es decir, trabajo doméstico y de cuidado, lo que no facilita el acceso a los servicios de salud, seguridad social y vivienda, entre otros.
Es necesario -agregó- tomar en cuenta que el proceso de envejecimiento de la población está acompañado de nuevas tendencias de morbilidad y mortalidad, que determinan una importante reducción en la cantidad de los años de vida saludable de las personas. Es decir, a pesar de que vivimos cada vez más años, éstos transcurren en medio de mayores inconvenientes y problemas de salud, con consecuencias físicas, psíquicas y sociales que se traducen en dificultades para realizar por sí mismas algunas actividades cotidianas, lo que incrementa las posibilidades de dependencia de cuidado. Una parte de adultas y adultos mayores necesitan de atención y/o cuidados, por ello establecer políticas de cuidado es de la mayor relevancia.
Especialistas participantes en el conversatorio comentaron que en relación con las desventajas en el envejecimiento al que se enfrentan las mujeres mayores es indispensable seguir gestionando criterios de inclusión con el impulso y promoción de reformas legislativas, a fin de tener un marco jurídico adecuado que permita la igualdad sustantiva de las mujeres adultas mayores, además de la aplicación de la justicia con equidad, incluir a las mujeres de este sector de la población en la planeación, programación y ejecución del gasto público, así como el impulso de políticas diseñadas desde la perspectiva de género y de derechos humanos.
Por otra parte señalaron que las redes de apoyo para las personas adultas mayores representan una opción para recibir soporte emocional, ayuda material o servicios de información, destacándose que los centros de atención del INAPAM representan una opción de red para este sector de la población.
Se concluyó que es importante considerar a las personas adultas mayores como agentes que benefician, y no como una carga para las sociedades en desarrollo, ya que las personas adultas mayores se han hecho visibles como un grupo importante en la vida social y política. El crecimiento de este grupo etario está transformando la estructura de la población económicamente activa y las tasas de dependencia, por lo que necesita de políticas y programas sociales que aborden de manera integral las condiciones de bienestar de este segmento de la población, que promuevan ajustes estructurales en las instituciones de salud y en aquellas vinculadas al desarrollo social.
En el evento participaron Marcela Eternod Arámburu,Secretaria Ejecutiva del INMUJERES; Luis Miguel Gutiérrez Robledo, Director del Instituto Nacional de Geriatría; Sergio Valdés y Rojas, Director de Atención Geriátrica del INAPAM; Bertha Alicia Acosta Huerta y Lucia Rodríguez Quintero, funcionarias del Programa de Asuntos de la Niñez y la familia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y María Angélica Luna y Parra, Titular del Indesol, quien llevó a cabo la moderación del conversatorio.
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Fuente: INMUJERES