Santiago de Chile, 21 de septiembre de 2015. En la actualidad, son al menos 180 mil personas quienes sufren de Alzheimer u otro tipo de demencia en Chile, cifra que se incrementará a aproximadamente 600 mil en 2050. Por ello es importante contar con iniciativas al respecto, como el Plan Nacional de Demencia, que se encuentra en consulta ciudadana.
Hoy, en nuestro país, los adultos mayores constituyen, en cantidad, más de la mitad de los niños menores de 15 años. En tanto, para el 2025 habrá tantos adultos mayores como menores de 15 años, y a partir de ese momento, la pirámide etaria comenzará a invertirse.
Por otro lado, para el 2050 se proyecta que los mayores de 80 años serán más que los menores de 4. Considerando esta realidad, la doctora Andrea Slachevsky Chonchol, académica de la Universidad de Chile, neuróloga del Hospital El Salvador y de Clínica Alemana, y vicepresidenta de la Corporación Profesional del Alzheimer y otras demencias, Coprad, señala que es imprescindible tomar conciencia de cuáles son las políticas públicas que hay que priorizar para los adultos mayores.
«El escenario demográfico actual es propicio al efecto del Alzheimer, ya que a mayor esperanza de vida, mayor población de la tercera edad, con lo cual aumenta inexorablemente la cantidad de víctimas de un grupo de enfermedades que están entre las más temidas y, a la vez, las menos conocidas: las demencias y, en particular, el Alzheimer«, explica la experta.
Factores de riesgo
En la actualidad, al menos 180.000 chilenos padecen de Alzheimer u otra demencia, es decir, más del 1%, y constituye la sexta causa de muerte de la población chilena, según cifras recopiladas por el Ministerio de Salud al 2010. Es así como, principalmente debido al cambio demográfico el nivel de personas que padecerá Alzheimer y otras demencias aumentará, aunque también inciden otros factores.
La doctora Andrea Slachevsky resalta que también afecta el nivel educacional. «Estudios demuestran que tener menos de ocho años de estudios formales, incidiría en una mayor posibilidad de padecer esta enfermedad u otro tipo de demencia», dice la neuróloga.
También son factores de riesgo los cambios vasculares, como hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, y otros relacionados con el estilo de vida, trastornos del sueño, altos índices de estrés y enfermedades psiquiátricas no tratadas.
En contraparte, la mayoría de estos factores pueden transformarse en protectores. «Mantenerse social, cognitiva y físicamente activos; dormir bien, cursar varios años de educación formal y tratar los problemas cardiovasculares permiten reducir la posibilidad de padecer Alzheimer u otras demencias, como también mejorar las condiciones de vida«, comenta la vicepresidenta de Coprad.
A pesar de que no existe cura para esta enfermedad, no significa que no exista un tratamiento para el Alzheimer. Como en muchas enfermedades crónicas se pueden efectuar adecuadas intervenciones sociosanitarias que mejoran la calidad de vida del paciente y de su entorno, disminuyendo también el impacto a nivel país.
Y aunque no se puede realizar un diagnóstico precoz, si se puede efectuar uno oportuno. Explica la doctora Slachevsky que siempre es relevante consultar ante un episodio de olvido, que puede deberse a múltiples factores. En tanto, al momento de tener el diagnóstico de Alzheimer hay diversas medidas que ayudan a convivir mejor con este mal, como la seguridad del paciente, supervisión en su manejo financiero, control de sus medicamentos, además de informar y educar a la familia y el entorno.
«En la medida que las personas comprendan de qué se trata la enfermedad, habrá una mejor gestión de distintos aspectos que contribuirán a una mejor calidad de vida, ya que será menor la sobrecarga del entorno, potenciando a la vez las capacidades del paciente. Igualmente, es esencial fomentar la funcionalidad del paciente y saber controlar en forma adecuada los episodios de olvido, de modo de no generar estrés«.
Slachevsky sostiene que actualmente los índices de sobrecarga de los cuidadores superan el 70%, una cifra significativa al compararla con Europa, donde el costo del entorno corresponde a entre el 40% y 50%. «Esto significa que, actualmente, las personas con demencia en Chile no acceden a atenciones de salud y apoyo social adecuado, por tanto, es un tema que hoy se deja mayormente a cargo de la familia. De ahí la importancia del Plan Nacional de Demencia por parte del Gobierno, ya que se observa un esfuerzo de las autoridades para abordar el tema. A través de una mesa colaborativa, donde estuvo presente Coprad, autoridades, profesionales y la sociedad civil, se conversó el problema con el objetivo de diseñar políticas públicas que vayan mejorando la atención de salud y también capacitar a quienes día a día se hacen cargo de estas enfermedades«, sostuvo la doctora Andrea Slachevsky.
Trabajo mancomunado
Teniendo en cuenta este panorama y con el propósito de desarrollar un plan nacional para enfrentar estas enfermedades es que nace la Corporación Profesional Alzheimer y otras Demencias, Coprad.
«Nuestros objetivos son alcanzar un plan nacional que garantice a los pacientes con demencia y sus familias el derecho a una vida digna, atención y tratamiento de calidad, fomentar la investigación y formar recursos humanos capacitados para la atención de los pacientes y sus cuidadores, potenciar la prevención del Alzheimer y enfermedades relacionadas, y crear conciencia«, destaca Benjamín Chacana, presidente de Coprad. Añade que hoy están colaborando con sus profesionales en las instituciones públicas y universitarias en diversos proyectos.
Accede aquí a la «Propuesta de un Plan Nacional de Alzheimer y otras demencias» (COPRAD)
Fuente: Economía y Negocios