Las víctimas de maltrato no lo denuncian penalmente por proceder del propio entorno familiar

México DF, 9 de marzo de 2016. Tres de cada diez mujeres adultas mayores son víctimas de maltrato físico, psicológico y económico así como por negligencia. Este maltrato procede, generalmente, del entorno familiar, motivo por el cual prácticamente nadie denuncia penalmente el hecho. Estos datos, correspondientes al año 2015, han sido recogidos a través de la conocida como Línea Plateada, instaurada por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México para dar atención a los adultos mayores de la capital.

De acuerdo con este organismo, el 64 por ciento de los usuarios de este servicio son mujeres. De ellas, el 29 por ciento de las llamadas refieren alguna situación de abuso, de las cuales el 27 por ciento tienen que ver con maltrato por negligencia, es decir, donde las personas a su cargo las descuidan y no les dan de comer, no las atienden en su salud ni en su vestir, entre otras cosas.

En segundo lugar, con 23 por ciento, las adultas mayores son víctimas de maltrato psicológico, principalmente por amenazas en contra de su patrimonio, al decirles que las expulsarán de sus casas.

El maltrato físico ocupa el tercer lugar, con un 21 por ciento, y se caracteriza por empujones para obligarles a moverse y también por golpes.

En el caso del abuso económico, con un 15 por ciento, se caracteriza porque un tercero maneja el recurso de sus pensiones o incluso de su tarjeta de pensión alimentaria, sin destinarlo a cubrir las necesidades de la mujer adulta mayor.

A pesar de estos hechos, solo el 34 por ciento de las adultas mayores decide pedir la orientación jurídica para iniciar un proceso penal, sin llevarlo a cabo; el resto se queda a nivel meramente informativo. Es decir, a pesar de ser víctimas deciden no proceder porque el responsable es normalmente un familiar.

Lo que sí aceptan es el apoyo psicoemocional, ya que el 77 por ciento de las mujeres adultas mayores victimas de abuso o maltrato solicita asistencia terapéutica para superar el problema emocional que todo tipo de abuso deja en las personas.

Fuente: La Jornada

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