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Madrid (España), 1 de julio de 2013. Unos 20 millones de mujeres mayores de 65 años sufren maltrato de carácter psicológico en Europa, 6 millones de carácter económico, 4 millones sufren malos tratos físicos y un millón de las víctimas padecen abusos sexuales, según recoge el estudio del Proyecto Daphne «Stop a la violencia contra las mujeres mayores», presentado por la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF).

El estudio, que se presentó con motivo de la celebración el pasado 15 de junio del Día Mundial de la Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato a la Vejez, se ha realizado en España, Francia, Italia, Portugal, Bulgaria y Eslovenia durante 2 años (de 2011 a 2013), siendo su objetivo «visibilizar la violencia ejercida sobre las mujeres mayores de 65 años y crear una mayor sensibilidad social sobre el problema».

La presidenta de UNAF, Julia Pérez, ha recordado que hay entre un 5 y un 10 % de mujeres, a nivel europeo, mayores de 65 años que son víctimas de la violencia. «La violencia contra las mujeres ha adquirido niveles preocupantes –ha añadido–. Estas víctimas están más expuestas a sufrir estos abusos, porque debido a su edad y su dependencia, son más difíciles de descubrir, pues quedan ocultas tras un silencio culpable».

Por su parte, la coordinadora del Proyecto Daphne, Carmen Sánchez, ha detallado que las mujeres mayores sufren el doble de malos tratos de carácter físico, que los varones; el triple de violencia de carácter psíquica; y sufren cuatro veces más en los malos tratos de abusos materiales. Además, ha señalado que esta problemática surge principalmente por parte de los hijos, hermanos o la pareja o ex-pareja.

Sánchez ha subrayado que ser mujer «es ya un factor de riesgo, que incrementa cuando se llega a la vejez», pero ha indicado otros factores que afectan a este colectivo como son «el aislamiento de las víctimas mayores, la invisibilidad y el silencio». «Muchas de las mujeres mayores han sufrido la violencia de género a lo largo de toda su vida y llevan muchos años de sometimiento y silencio, sin encontrar la ayuda necesaria», ha lamentado.

Además, ha expuesto que el fenómeno conocido como «sobre-edad«, es particularmente femenino. En este sentido ha indicado que, según se recoge en el estudio de UNAF de 2011, el 64,48 % de la población son mujeres mayores de 80 años y más el 60 % son mayores de 85 años.

El trabajo «Stop a la Violencia contra las Mujeres Mayores» ha contado con diversas campañas de comunicación e información, así como con grupos focales y reuniones de sensibilización con expertos y asociaciones de diferentes áreas, con las que se realizaron talleres de formación. Concretamente, la Federación de Mujeres Progresistas ha apoyado este proyecto a través de un servicio de orientación y asesoramiento para personas mayores y un programa de formación al voluntariado.

LAS MUJERES MAYORES PRESENTAN UN PERFIL «FRÁGIL»

La presidenta de la Federación, Yolanda Besteiro, ha destacado que los datos y perfiles obtenidos a través del servicio de asesoramiento muestran que el 75 % de las mujeres que acudieron a este servicio tenían una edad comprendida entre los 60 y 65 años; un 19 %, entre 66 y 65 años; y un 6 % eran mayores de 75 años. También, ha especificado que el 81 % de las atendidas había sufrido violencia a manos de su pareja o ex-pareja; un 12 % a manos de otro familiar; y un 7 % por parte de amigos o incluso vecinos.

Besteiro ha subrayado que el 50 % de las víctimas que han sido atendidas por la Federación conviven con el maltratador, lo que, a su juicio, plantea «una situación altamente preocupante». Asimismo, ha expresado que sólo el 19 % habían denunciado alguna vez y el 81 % no había denunciado nunca. «Se observa un perfil de mujer muy frágil, en situación muy perentoria y en el que es muy difícil poner fin a la situación de maltrato que viven», ha declarado.

Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable (AMES), Mariqueta Vázquez, ha manifestado que esta problemática «puede mejorarse». Sin embargo, ha lamentado que en la actualidad se atraviese por «un parón, donde se ha retrocedido como diez años o más». «Es preocupante porque no tenemos programas, debido a la falta de subvenciones –ha precisado–. No obstante con todas las dificultades que haya hay que denunciar, no hay derecho a vivir los últimos años de la vida aguantando el maltrato, hay que vivirlos con dignidad, sin miedo y sin el maltratador al lado».

Para la presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María del Campo, «es muy difícil denunciar a la persona que tienes pegada a tu lado y además en contraproducente». Del Campo ha matizado que es necesario que «las mujeres puedan denunciar con la debida protección, porque hay que tener en cuenta que el que recibe la denuncia sabe lo que tiene entre manos».

Finalmente, el director general de Mayores del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Blanco, que se ha sumado también al proyecto, ha destacado el trabajo del Consistorio para erradicar la «verdadera vergüenza» que es el maltrato a las mujeres. De esta forma, ha explicado que han puesto en marcha programas como el «Cuidando al cuidador», que presta apoyo psicológico a las personas que «sufren desgaste por la atención continua a las personas mayores»; el programa «Respiro familiar», destinado a que los fines de semana las familias se«sientan liberadas por unas horas» de las personas mayores que tienen a su cargo. Blanco ha anunciado además que «se va intentar impulsar próximamente con el Servicio Madrileño de Salud SERMAS, para detectar situaciones de riesgo en personas mayores con el apoyo de los centros de salud».

Fuente: Europa Press

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