La Habana (Cuba), 14 de abril de 2014. Por Jorge A. Liriano Linares. Con una población de 11,2 millones de habitantes, Cuba cuenta con 2,4 millones de personas mayores de 60 años, lo que representa el 18,3 % de la población. El envejecimiento poblacional en la isla es un fenómeno ya en curso y hacerle frente es una necesidad del país y un serio problema para el sistema gobernante.
En la actualidad, la cantidad y calidad de las instituciones especializadas para acoger a adultos mayores resulta insuficiente, por lo que una inmensa mayoría de estas personas arriban a la vejez con depauperante calidad de vida.
No hay que ir muy lejos para encontrar abuelos en las calles completamente a la deriva, con edades que promedian entre 70 y 90 años, los cuales se dedican a la venta de jabas, caramelos, maní, periódicos y todo tipo de artículos que les caiga en las manos.
Ante la interrogante sobre su constante activismo laboral, la respuesta es la misma: “la chequera no alcanza”, “todo es muy caro”, “me quedé solo”, “vivimos una vida de perros” y “hay que luchar para poder sobrevivir”.
Muchos de estos adultos mayores carecen de una vivienda y deambulan víctimas del desamparo, como es el caso de Olga Lidia Oliva García, de 77años de edad, residente en el municipio Güines, provincia Mayabeque, quien hace 6 años pide limosna en las calles, luego que su casa se desplomara debido a las fuertes lluvias dejadas por el ciclón del año 2008. Hasta la fecha, a pesar de todas sus dolencias, el gobierno no ha dado solución a su caso.
Otros casos, como son los discapacitados con demencia senil o mal de Alzheimer deambulan por las calles en busca de un mínimo de alimento, sin que ninguna institución estatal los proteja.
Dolorosamente, somos el primer país socialista de América, regidos por un sistema social sin cultura gerontológica, incapaz de garantizar el merecido descanso, la armonía y la salud de los adultos mayores.
Los abuelos a la deriva, con razón se preguntan: ¿cuántas casas de abuelos, hogares de ancianos y otros centros especializados de atención a personas de la tercera edad pudieron haberse creado en estos 55 años?
Desgraciadamente, el futuro y la calidad de vida del pueblo jamás les importó a los llamados líderes históricos. Ello evidencia el desamparo y el estado de necesidad que enfrentan los adultos mayores en nuestro país, constituyendo una evidente violación del artículo 48 de la Constitución de la República de Cuba.
Fuente: El Correo de Cuba