Buenos Aires (Argentina), 16 de septiembre de 2015. Hasta el 30 de octubre próximo se encuentra abierta la consulta pública para personas e instituciones que lanzó en su sitio web la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el «borrador cero» del «Plan de Estrategia y Acción Global sobre Envejecimiento y Salud» (GSAP, por sus siglas en inglés).
El objetivo de la OMS es recabar sugerencias de actores sociales tanto a nivel gubernamental como de la sociedad civil sobre las metas, objetivos estratégicos, puntos de acción, compromisos de los gobiernos e indicadores para medir el progreso hacia un envejecimiento saludable, que alcance a todas las personas. Con la información reunida se elaborará el documento final del «Plan de Estrategia y Acción Global sobre Envejecimiento y Salud», que se tomará como guía para establecer objetivos a cumplir entre 2016 y 2020. Esta será la antesala de la «Década de Envejecimiento Saludable» (2020-2030).
La visión que propone el GSAP es un mundo en el que todos vivan un envejecimiento saludable, entendido éste como el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que hace posible el bienestar en la edad adulta. «La capacidad funcional consiste en las capacidades intrínsecas de una persona y la interacción con su medioambiente«, detalla la OMS.
Pronostico poblacional
En la actualidad, y por primera vez en la historia, la mayoría de las personas pueden esperar vivir hasta los sesenta años o más. «Este es un gran triunfo de la salud pública y refleja nuestro éxito en el manejo de las enfermedades mortales de la infancia, la mortalidad materna y, más recientemente, la mortalidad de los adultos mayores. Al combinarse con marcados descensos de las tasas de fertilidad, este aumento de la expectativa de vida está conduciendo a cambios significativos en la estructura poblacional«, argumenta la OMS.
Entre 2000 y 2050, la proporción de la población mundial de más de 60 años se duplicará de 11% a un 22%. El número absoluto de personas de 60 años y más se estima que aumentará de 901 millones en 2015 a 1,4 mil millones en 2030 y 2,1 mil millones para 2050.
Para 2050, el 34% de la población en Europa tendrá más de 60 años; en América latina, el Caribe y Asia ese grupo etario representará el 25% de la población.
El texto de la OMS también subraya que las poblaciones más ancianas se concentrarán cada vez más en las regiones menos desarrolladas económicamente.
Longevidad
Las vidas más longevas son un recurso increíblemente valioso, afirma la institución internacional, al tiempo que matiza: «Sin embargo, el alcance de las oportunidades que surgen a partir del aumento de la longevidad dependerá fuertemente de un factor clave: la salud de estas poblaciones mayores«.
Si las personas viven estos años «extra» con buena salud, su capacidad para hacer las cosas que importan será un poco diferente a la de una persona más joven. «Pero si estos años de vida que se agregan están dominados por rápidos deterioros de la capacidad física y mental, sin ningún apoyo, las consecuencias tanto para las personas mayores como para toda la sociedad son mucho más negativas«, alerta.
Según las últimas estimaciones de la OMS, la expectativa de vida global de una persona de 60 años de edad era de 20 años, un aumento sustancial de dos años desde el año 2000.
«Desafortunadamente, mientras que a menudo se cree que aumentar la expectativa de vida va acompañado de una extensión del período de buena salud, hay poca evidencia que sugiera que los adultos mayores en la actualidad gocen de mejor salud que la de sus padres cuando tenían la misma edad«, indica el borrador cero del GSAP.
Inequidades
Las estadísticas globales de la OMS muestran inequidades significativas entre los países, tanto en términos de expectativa de vida como en cuanto a la posibilidad de que la adultez mayor esté acompañada de buena salud.
«Por ejemplo, entre los países con mejor y peor pronóstico hay una diferencia de 38 años en la expectativa de vida al nacer, de 37 años para la expectativa de vida saludable al nacer, y de 13 años en la expectativa de vida a la edad de 60 años», grafica el documento.
Por otra parte, en las dos últimas décadas, la brecha respecto de la expectativa de vida a los 60 años entre los países de altos y bajos recursos ha crecido, según el informe «WHO Global Health Observatory Data Repository, 2015«.
«Esto no tiene por qué ser así. La mayoría de los problemas de salud de los adultos mayores están vinculados con enfermedades crónicas, en particular enfermedades no transmisibles. Muchas de ellas se pueden prevenir o retrasar mediante hábitos saludables«, enfatiza la OMS, para luego añadir: «Otros problemas de salud pueden ser manejados con eficacia, en particular si son detectados de manera temprana«.
En ese sentido, la OMS hace hincapié en que los sistemas de salud y sociales pueden trabajar en conjunto para mantener o fortalecer las capacidades intrínsecas; también pueden revertir los deterioros, tal como demuestra la nueva evidencia que se puede hacer con la fragilidad (un conjunto de síntomas asociados con el envejecimiento).
«Y para aquellas personas con declives en sus capacidades, los ambientes de apoyo pueden promover la dignidad y la continuidad del crecimiento personal. No obstante, el mundo está muy lejos de este ideal«, reconoce.
Por lo tanto, el envejecimiento poblacional exige una respuesta integral. «Sin embargo, el debate sobre qué debería incluir esta respuesta integral ha sido escaso y la evidencia sobre qué puede hacerse es limitada. Pero esto no significa que nada pueda hacerse ahora, de hecho la necesidad de actuar es urgente«, sintetiza la OMS.
Borrador cero
En esa línea, el borrador cero del GSAP establece dos metas y cinco objetivos. Entre las metas, se menciona que para 2020 todos los países se comprometan a fomentar el envejecimiento saludable con planes de acción locales que maximicen la capacidad funcional y alcancen a toda la población; y que para ese mismo año los países y otros actores sociales construyan una plataforma que apoye la «Década de Envejecimiento Saludable«.
En cuanto a los objetivos estratégicos a cumplir en los próximo cinco años, el documento de la OMS sugiere:
- Fomentar el envejecimiento saludable en todos los países.
- Adaptar los sistemas de salud a las necesidades de las poblaciones de mayor edad.
- Desarrollar sistemas de cuidados a largo plazo.
- Crear ambientes amigables para los adultos mayores.
- Mejorar las mediciones, el monitoreo y el entendimiento en torno a la problemática.
La OMS indica que el impacto esperado es que para 2020 todos los países y los actores sociales renueven y mantengan su compromiso político y financiero en pos de acciones que apoyen el envejecimiento saludable. «Esto significaría que siga aumentando la expectativa de vida saludable al compás del aumento de la expectativa de vida«, precisa la entidad sanitaria mundial. Además, se busca minimizar el deterioro de las capacidades intrínsecas y eliminar las diferencias en base a las características sociales o económicas.
Por otra parte, se mejoría la capacidad funcional, independientemente de la enfermedad, la morbilidad y otras condiciones de salud. «A largo plazo, todos los adultos mayores experimentarían un envejecimiento saludable. Y para aquellos con algún tipo de declive, los ambientes que ofrecen un adecuado apoyo asegurarían una buena capacidad funcional, eliminando las diferencias entre las personas y entre los países«, añade el texto borrador del GSAP, al tiempo que sostiene que de este modo todas las personas mayores conservarían la autonomía y la dignidad.
La idea de la OMS es que este documento sea actualizado constantemente, incorporando las nuevas necesidades que vayan identificándose, a través de consultas y evaluaciones periódicas.
En concreto, más allá del plan de acción, los distintos actores a nivel país, región y global «deberán asumir responsabilidades para llevar adelante acciones específicas, traducir el plan en programas operativos detallados y movilizar recursos para asegurar que el objetivo de un envejecimiento saludable se haga realidad«.
Fuente: La Hora