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Ciudad de Panamá, 21 de enero de 2015. En una luz al final del túnel se ha convertido el anteproyecto de ley de protección al adulto mayor, que ayer fue entregado por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, a los diputados Iván Picota y Javier Ortega.

Monseñor Ulloa expresó que este anteproyecto de ley tiene dos componentes que destacar, uno de ellos, la creación de un Instituto Nacional para el Adulto Mayor, donde se puedan concentrar todas las políticas para ayudar a los adultos mayores, y por otro lado la creación de centros diurnos donde los adultos mayores recibirán atención de calidad. Asimismo, se trabajará con los voluntarios y con las familias de estas personas.

Por su parte, Argenida de Barrios, directora de la Universidad del Trabajo y la Tercera Edad (de la Universidad de Panamá) y Secretaria Nacional de FIAPAM en Panamá, dijo que resucitaron el anteproyecto de ley de protección integral, que se presentó el 24 de julio de 2005, pero que ha estado paralizado desde entonces porque la gente invisibiliza al adulto mayor.

Destacó que lo que se tiene que hacer es preparar a los mayores para una vejez activa, si bien puntualizó que en Panamá no se está haciendo. Por eso hay que preparar a los adultos mayores para la jubilación, que hoy día se llama desacomodación dual, pues no hay júbilo “porque la pensión no alcanza, en la casa no caben o si no, se dedican a cuidar nietos”, dijo de Barrios.

Por otro lado, Kenia Batista, de la Asociación de Trabajadores Sociales de Panamá, manifestó que para 2015 y 2020 Panamá tendrá una explosión social de adultos mayores, de allí la importancia del anteproyecto de ley.

Según Batista, hay que hacer cambios estructurales en el tema de salud, prevención, acompañamiento y acciones para mantener a los adultos mayores activos y no anquilosados y enfermos como si fueran un mueble viejo e inservible.

Fuente: Día a día

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