Atención a personas mayores ¿Somos empáticos?

Santiago de Chile, 13 de abril de  2016. Por Rodolfo Elgueta, Director  Regional de Senama en la Región de Aysen. El buen trato al adulto mayor y la erradicación de todo tipo de abuso es un tema que no sólo le atañe a un Servicio Público en particular sino que a toda la sociedad; eso ha sido un discurso permanente que hemos sostenido en estas columnas de opinión y se ha estado materializando en diferentes acciones desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor-Senama y la institucionalidad pública.

Por otro lado si acuñamos la frase “una sociedad para todas las edades” es posible que muchas personas lo comprendan, pero eso ¿nos garantiza que se lleve a cabo en la práctica? ¿Cómo hacemos para llevar a la acción el discurso en términos del trato diario al adulto mayor? Sin duda las familias y el entorno más cercano es el primer vínculo de confianza y cercanía que todos tenemos, no sólo el adulto mayor; pero el entorno más lejano, la comunidad, los espacios comunes ¿cómo se comportan en relación a aquellos que tienen más de sesenta años?

Existen diversas quejas y denuncias de tratos inadecuados o poco claros a los adultos mayores, especialmente en espacios de atención. La región de Aysén tiene como característica que el sector servicios  es uno de los que provee mayor cantidad de puestos laborales constituyéndose en una actividad económica propiamente tal; es por eso que resulta inquietante que existan tantas quejas de mala atención; tanto en servicios públicos como privados.

La sociedad la componemos todos y el sector privado tiene un rol fundamental. Sin embargo, en términos de atención al adulto mayor son los Servicios Públicos los que debiesen tener una mayor responsabilidad en el trato ya que su objetivo no es maximizar utilidades, como el sector privado; sino que generar rentabilidad social y en ese contexto el adulto mayor tiene mucho que aportar desde sus derechos y deberes.

Muchos adultos mayores señalan que no necesitan tener un trato diferenciado o especial sino que quieren que se les reconozca como tal, primero como persona sujeto de derechos y con la capacidad de reconocer sus deberes, segundo como usuario de un servicio digno de un trato adecuado y finalmente, como persona mayor de sesenta años que necesita algunas adecuaciones básicas como las que paso a detallar.

Pareciera que fuese algo obvio; sin embargo, el saludar cortésmente en algunos organismos parece una tarea titánica; mire a los ojos, salude y sonría; probablemente y de manera automática una persona mayor reconocerá en ello una verdadera puerta abierta.

Hable claro de frente y modulado; recuerde que muchos adultos mayores disminuyen su capacidad de escucha y el comunicarse de frente favorece el intercambio de las ideas; no es necesario gritar.

Pregunte si la persona mayor ha entendido lo que se le señala; es adecuado fijar los conceptos punto a punto con un lenguaje simple que se entienda sin exceso de tecnicismos;  no significa que sean tratados como niños, la persona mayor lo que menos quiere es que se le infantilice: recuerde que trata con un adulto o adulta.

Si sostiene una entrevista larga con una persona mayor, favorezca las pausas o espacios para las necesidades básicas; recuerde que una persona mayor puede requerir el baño. Por lo tanto, también se recomienda mantener este servicio de manera accesible para todas las personas, por otro lado favorezca algunas pausas donde se cambie de posición como por ejemplo el pararse de una silla cada cierto tiempo; difícilmente una persona mayor y cualquier persona podrá retener ideas si se está a punto de tener un calambre en las piernas.

Todas estas recomendaciones básicas tienen que ver con un valor fundamental en la relación humana, que es la empatía; la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona.  Muchos de nuestros adultos mayores hacen enormes esfuerzos económicos y físicos para viajar desde sectores rurales o desde las poblaciones; dejando sus quehaceres simplemente para hacer un trámite o recibir una respuesta; ¿Cómo se sentiría usted  si después de un viaje como ese  le dicen: “lo siento se acabó el horario de atención, vuelva mañana”?

Fuente: El Avisadero

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