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Santiago de Chile, 19 de octubre de 2012. Emma Vicente. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe-Cepal, en 2025 Chile tendrá el índice de envejecimiento más alto de Latinoamérica. El sector, con el Servicio Nacional del Adulto Mayor-Senama a la cabeza, ha tomado cartas en el asunto para abordar esta situación.

“En Chile, la población adulta mayor supera los 2,6 millones de personas. En diez años más, vamos a ser cuatro millones, es decir, más que el doble de lo que era hace una década. Para el 2025 habrá el mismo número de niños entre 0 y 14 años que de personas de 60 años y más. La estructura etaria se transformará y, las futuras generaciones de personas mayores tendrán nuevas aspiraciones y expectativas frente al proceso del envejecimiento, porque demandarán una gama de servicios de cuidado y salud más amplia y de mejor calidad”. Son palabras de Rosa Kornfeld, la directora nacional del Senama, durante la reciente celebración del seminario “Adulto Mayor: Tú eres el primer responsable de tu calidad de vida”, que tuvo lugar en la conmemoración de “Octubre, el mes de los más grandes”.

Algo se está moviendo en este país. Las personas de edad avanzada representan un grupo poblacional importante ante el hecho positivo del aumento de la expectativa de vida, pero, como todos los cambios sociales, esto requiere respuestas. Sin duda, el Gobierno chileno trabaja en este sentido a buen ritmo. Como recordó Kornfeld en este foro, el presidente Sebastián Piñera presentó al país la Política Integral de Envejecimiento Positivo, una iniciativa que busca afrontar el acelerado envejecimiento poblacional que afecta al país. En definitiva, Chile se enfrenta al reto de satisfacer, atender y poner en valor a sus mayores, logrando que el envejecimiento poblacional sea, simplemente, un logro de nuestro tiempo.

Respuestas al envejecimiento

La creciente población de personas mayores se presenta como un importante desafío para Chile. Constituye, también, un esfuerzo añadido para los órganos competentes mostrar una radiografía representativa de los mayores de 60 años, dada su heterogeneidad. El último estudio de calidad de vida en la vejez de este país -realizado en 2010 conjuntamente por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Caja Los Andes- revelaba que “el 60% de los mayores sentían satisfechos con su vida”. Este dato, según la encuesta, venía asociado a una mejora de la situación económica del colectivo.

Según el Instituto Nacional de Estadística, se espera que en 2020 los mayores chilenos representarán el 20% de la población, serán alrededor de 3,2 millones de personas. Dentro de Latinoamérica, según la Cepal, Chile es uno de los países considerados con “envejecimiento acelerado”, y se espera que en 2025 tendrá el índice de envejecimiento más alto de la región, superando a Argentina o Uruguay, países con un nivel de envejecimiento tradicionalmente alto. Con esta previsión, diferentes son los programas que desde este país se han puesto en marcha pensando en su colectivo senior. Uno de los más recientes fue presentado este verano por el presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera. Se trata del programa nacional “Acoge a un Adulto Mayor”, que permitirá solicitar una ayuda para ampliar la vivienda y recibir a una persona mayor, o en caso que ésta sea propietaria, pueda albergar a algún familiar que se ocupe de su cuidado. Según el presidente, un 1.600.000 adultos mayores son los potenciales beneficiarios.

Pero en este país, existe una amplia oferta de servicios y prestaciones que gestiona Senama y que están a disposición de la población de más edad. El Gobierno chileno ha decidido apostar por el sector volcándose en la elaboración de un programa multidisciplinar que ofrezca una ayuda integral para este colectivo.

Así, Senama tutela el Fondo Nacional del Adulto Mayor, un “programa que entrega recursos a organizaciones de mayores de todo el país para que desarrollen sus proyectos, promoviendo así su participación social, autonomía y autogestión”.

El Turismo Social es otra de las iniciativas desarrolladas a través de la que se financian viajes por un día a lugares de interés histórico, cultural y turístico. Se dirige a los mayores de 60 años en situación de vulnerabilidad social y con dependencia.

Otro interesante proyecto es el Programa Vínculos, que “entrega herramientas a los mayores de 65 años en situación de vulnerabilidad social para que logren vincularse con su entorno”.

Otra iniciativa, los Asesores Seniors, es “un programa de voluntarios mayores, principalmente profesores jubilados, que brinda apoyo escolar a niños de familias en riesgo social”.

Servicios y Vivienda para el Adulto Mayor supone una oportunidad de habitabilidad para mayores vulnerables y con diferentes grados de dependencia. Este programa, cuyo nombre institucional es Programa Fondo de Servicios de Atención del Adulto Mayor, y del cual depende también el Programa de Viviendas Protegidas, distingue tres tipos de soluciones: establecimientos de larga estadía para mayores con dependencia severa; conjuntos de viviendas tuteladas para mayores autónomos; y viviendas stock Serviu.

Senama ha puesto en marcha, además, las Escuelas de Formación para Dirigentes de Organizaciones de Mayores y el Programa contra la Violencia y el Abuso al Adulto Mayor, que se implementará en todo el país y que tendrá tres objetivos básicos: Visibilizar acciones de buen trato dirigidas hacia los mayores, tanto desde la red pública como privada; otorgar atención especializada para casos de maltrato, abandono y abuso; y sensibilizar a la ciudadanía respecto del envejecimiento poblacional y que hechos como el maltrato o abuso hacia este colectivo atentan en contra de la dignidad de las personas (accede desde aquí a los diferentes programas del Senama)

La buena senda

¿Quién no quiere que su país se preocupe de anticiparse, de motivarse, de reinventarse? ¿Quién no quiere que su país busque soluciones? ¿Quién no quiere que su país le ofrezca soluciones? Los mayores de hoy y de mañana de Chile disponen de la labor de un Gobierno interesado en ello pero, sobre todo, de unos profesionales con iniciativa y voz propia para reorientar a sus dirigentes en busca de un futuro mejor. Y, más aún, cuentan con unos ciudadanos formados y con inquietudes que serán la referencia para seguir esta buena senda que ya han comenzado.

Fuente: Entre Mayores

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