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Bogotá (Colombia), 15 de junio de 2013. Para la Organización Mundial de la Salud-OMS el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico, debido a que representa un aumento en la esperanza de vida y una disminución de la tasa de fecundidad.

La proporción de personas mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países. Es por ello que este fenómeno también constituye un reto para la sociedad: debe adaptarse a esta situación para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad.

Este último aspecto se debe brindar en todos los escenarios donde se desenvuelve el adulto mayor. Por este motivo el 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y del Maltrato en la Vejez, una temática de reciente interés global.

Internacionalmente la OMS ha establecido el trabajo en favor de la población mayor como un tema relevante en la actualidad. En este sentido, desde la Red Internacional de Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez-Inpea, se han establecido estrategias de prevención de maltrato para el colectivo de adultos mayores.

Según Juana Borja González, enfermera en jefe del Hospital Universidad del Norte, las estrategias se enfocan particularmente en valorar esta población mediante el establecimiento de una cultura de respeto y solidaridad intergeneracional. Asimismo, se rechaza y se denuncia el maltrato a este tipo de personas, que representan la trascendencia de cada cultura a través de los tiempos.

Para Borja es importante enfatizar sobre la participación activa de todos los sectores de la sociedad en la prevención del maltrato a los adultos mayores. “No es suficiente identificar los casos de maltrato de las personas mayores sino intervenirlos. Por lo que todos los países deben desarrollar las estructuras que permitan la provisión de servicios (sanitarios, sociales, de protección legal, policiales, etc) para responder de forma adecuada y eventualmente prevenir el problema que tiene una relevancia en la sociedad actual”.

El maltrato de personas mayores se define como la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona anciana. Este maltrato puede ser de varios tipos: físico, psicológico/emocional, sexual, financiero o simplemente reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión.

Es importante ser protectores permanentes de este tipo de población vulnerable en el desempeño de cada rol: familiar, social y de atención en salud. Este último aspecto es importante porque por medio de este se diagnostican los casos de abuso y maltrato, los cuales se remiten a los entes reguladores para el control y penalización de cada situación en particular. Igualmente, cada ente de la sociedad tiene una corresponsabilidad en la prevención del maltrato a los adultos mayores. De la misma manera, el estado tiene un papel fundamental que garantice el cumplimiento de la seguridad de este grupo de personas.

La Ley respalda protección al adulto mayor

En Colombia se han reglamentado políticas nacionales que garanticen la protección y prevención al maltrato al adulto mayor, mediante el establecimiento de normas como la Ley 1251 del 2008, por la que se dictan normas tendientes a procurar la protección, promoción y defensa de los derechos de los adultos mayores. Ésta establece que se debe proteger, promover, restablecer y defender los derechos de los adultos mayores, orientar políticas que tengan en cuenta el proceso de envejecimiento, planes y programas por parte del Estado, la sociedad civil y la familia y regular el funcionamiento de las instituciones que prestan servicios de atención y desarrollo integral de las personas en su vejez, de conformidad con el artículo 46 de la Constitución Nacional.

La ley 1276 del 2009 también establece como obligatorio la protección a las personas de la tercera edad de los niveles I y II de Sisbén, a través de los Centros Vida, instituciones que contribuyen a brindarles una atención integral a sus necesidades y mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, en palabras de Juana Borja, la realidad actual es el incumplimiento de la ley por parte del estado, y abundan los casos de desconocimiento por parte de la misma comunidad de adultos mayores sobre sus derechos. “Esto nos permite analizar que no existe una cohesión y coherencia entre lo que se establece por ley y lo que se evidencia en la realidad, por lo que se debe fortalecer los organismos de control en torno a esta problemática que no es solo una preocupación local sino internacional”.

Declaración de Toronto

Según la OMS, el maltrato de las personas mayores es una violación de los derechos humanos y una causa importante de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y desesperación. Enfrentarse al maltrato de personas mayores y reducirlo requiere un enfoque multisectorial y multidisciplinario. “Todos somos responsables de evitar situaciones de maltrato, mediante un trato humanizado, digno y respetuoso a estos seres, enriquecidos con el don de la sabiduría y la experiencia, y que en el pasado eran visionados como el tesoro, la trascendencia más importante de cada cultura o pueblo: nuestros ancianos”, señaló Borja.

Fuente: El Heraldo

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