Denuncian la implicación de abogados y jueces en casos de despojo a adultos mayores
Cochabamba (Bolivia), 14 de octubre de 2015. La Federación Departamental del Adulto Mayor informó que las denuncias de despojo, violencia y abandono de adultos mayores se han incrementado. El dirigente, Alberto Flores, dijo que si antes de 10 adultos cuatro sufrían despojo, cuatro agresiones y dos total abandono ahora son cinco los que pierden sus bienes.
Explicó junto a varias víctimas que el despojo es perpetrado por redes de abogados corruptos, jueces e hijos que sustraen documentos o gestionan herencias. Por ello, dijo que se han conformaron 75 asociaciones del Adulto Mayor en el departamento de Cochabamba, 55 sólo en la provincia de Cercado.
“Queremos hacer una denuncia pública contra hijos y abogados que dejan en la calle a los adultos mayores”, dijo Flores. Otro de los representantes denunció que los equipos multidisciplinarios de las comunas no tienen personal. En tanto la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia expresó que no es su competencia atender las denuncias de los adultos mayores de 65 años.
La directora interina del Departamento de Protección del Adulto Mayor, Fedra Cord, informó que su despacho sólo brinda asesoramiento y que las denuncias penales deben ser gestionadas ante el Ministerio Público.
Sin embargo, el sector pidió que las quejas de maltrato y despojo sean enviadas a la Fiscalía. Una de las víctimas, Adela Pino, contó que hace 34 meses fue “echada” a la calle por sus familiares y que el juez aún no dicta sentencia para que ella retenga su posesión. Dijo que denunció la demora del proceso al Consejo de la Magistratura, pero no recibió respuesta. Añadió que fue echada a la calle sin sus pertenencias. Pidió a través de 50 memoriales la restitución de un anticrético, el seguro de viuda, la devolución de un préstamo y los documentos de su casa.
La Federación Departamental del Adulto Mayor también solicitó que se controlen los asilos públicos y particulares donde “hay situaciones desastrosas”. Dijo que se debe ver qué comen, cómo viven y qué trato reciben.
Fuente: Los Tiempos
