Salamanca, España. 30 de agosto de 2016. Es posible que hayas escuchado hablar del deterioro cognitivo leve (DCL) y si no es así, te lo explicamos. ¿Has visto a un adulto mayor decir “mi memoria ya no es la que era antes”? Hay muchas variantes a esa frase, que esencialmente vienen a decir que su funcionamiento cognitivo ya no es igual. Sin embargo, esa persona sigue llevando una vida normal, su déficit en la memoria pueden hasta ser detectados en pruebas especializadas, pero el deterioro no es suficiente para alterar su funcionamiento diario. A ese estado nos referimos cuando hablamos de DCL.
Ahora bien, muchas personas con DCL nunca llegan a desarrollar demencia, pero otras muchas sí. El DCL en ocasiones es la antesala de la demencia, un estado previo que está diciendo que hay un proceso neurodegenerativo en marcha. Se estima que entre el 10% y el 15% de las personas con DCL progresa anualmente hacia la demencia, una cifra muy alta si se considera que entre las personas mayores sin DCL ese dato disminuye hasta el 1-2% anual.
Ya mencionamos que no todas las personas con DCL progresan hacia la demencia, entonces ¿Hay una forma de saber quién sí lo hará y quién no? Un método que dé resultados exactos no existe, pero sí se han identificado perfiles que pueden presentar más riesgo de evolucionar hacia la demencia en cualquiera de sus tipos. Por ejemplo, las personas con DCL que tienen depresión, ansiedad, u otros síntomas afectivos o conductuales, tienen más riesgo de desarrollar demencia.
Precisamente sobre los síntomas de alteraciones del comportamiento que pueden darse de forma temprana, cuando aún no hay síntomas de demencia, pone la atención el grupo de investigación International Society to Advance Alzheimer’s Research and Treatment (ISTAART). Estos científicos quieren impulsar un nuevo concepto, el deterioro conductual leve (DCoL), que en su opinión puede preceder al DCL o ir a la par de aquel. En todo caso el DCoL sería una condición que aumentaría significativamente el riesgo de desarrollar demencia y que, además, acelera su inicio.
Los investigadores presentaron durante la última Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de EE.UU, celebrada en el mes de julio en Toronto, Canadá, un test que ayudaría a detectar a las personas con DCoL, es decir, aquellas con un riesgo incrementado de padecer demencia.
Deterioro conductual leve: ¿qué es?
El término deterioro conductual leve (DCoL), no obstante los medios haberlo proyectado como algo muy novedoso, en realidad existe desde hace varios años. Hasta el momento se ha asociado especialmente a la demencia frontotemporal, un tipo de demencia en la que los primeros síntomas (y los más notables) son las alteraciones del comportamiento.
El DCoL ha sido definido como cambios del comportamiento persistentes y síntomas psiquiátricos leves, en especial la desinhibición, que se da en ausencia de demencia o quejas de problemas cognitivos de seriedad, junto a la preservación de las habilidades para la realización de las actividades de la vida diaria (Taragano, Allegri y Lyketsos, 2008)
Entre esos cambios de conducta, además de la mencionada desinhibición, en la que una persona que antes se mostraba muy correcta ahora es capaz de decir cosas que deja a todos descolocados, pueden estar los cambios de humor, mostrándose la persona irritable, malhumorada o por el contrario; apática o triste.
Es importante mencionar, como hizo uno de los investigadores entrevistado por el New York Times, que estos cambios deben ser notables, representar una diferencia significativa con la conducta anterior de la persona. No es suficiente con que una persona tenga un mal día o que, por determinadas circunstancias (por ejemplo, la pérdida de un familiar) se muestre más alicaído. Los cambios deben ser centrales y mantenerse durante más de 6 meses para entonces poder hablar de DCoL.
El cuestionario que puede ayudar a los profesionales a identificar a las personas con DCoL consta de 34 preguntas, es de fácil aplicación, aunque aún falta validarlo en más escenarios clínicos.
Test para detectar el DCoL:
El cuestionario, diseñado para ser aplicado por un profesional, ha sido denominado MBI-C y valora 5 dominios:
- Intereses y motivaciones.
Ejemplo de pregunta: ¿La persona ha perdido interés en los amigos, la familia o las actividades del hogar?
- Síntomas afectivos y de ansiedad.
Ejemplo de pregunta: ¿La persona ha desarrollado tristeza o parece tener un estado de ánimo bajo? ¿Tiene episodios de llanto?
- Gratificación, control del comportamiento, impulsos, ingesta oral y/o cambios en las recompensas.
Ejemplo de pregunta: ¿Se ha vuelto la persona más impulsiva, actuando como si no considerara las cosas?
- Tolerancia, empatía, tacto y ajuste a las normas sociales.
Ejemplo de pregunta: ¿La persona dice cosas insensibles, rudas o hace comentarios sexuales lascivos que ella/ él no hubiese hecho antes?
- Creencias muy arraigadas y experiencias sensoriales.
Ejemplo de pregunta: ¿La persona ha desarrollado la creencia de que está en peligro o que otros planean dañarla o robarle sus pertenencias?
Para cada una de las 34 preguntas existen dos opciones de respuesta, si o no, además de una escala de severidad: leve, moderado o severo.
Por el momento la escala tiene un mérito, llamar la atención sobre un hecho evidente: no siempre la demencia comienza con pérdida de memoria y las personas deben estar atentas a otros síntomas como los cambios de la conducta.
Su aplicación en la práctica clínica está condicionada porque se siga validando en más personas, además de enfrentarse a las dudas tradicionales: decir a una persona que tiene más riesgo de demencia, sin en verdad estar seguro de que terminará desarrollando ese mal ¿es adecuado?
Por otra parte, los defensores dicen que un test de estas características puede ayudar a realizar intervenciones más tempranas, y en consecuencia, más efectivas. Además, las alteraciones afectivas en muchos casos pueden ser tratadas con psicoterapia o fármacos. En lo que a nosotros concierne, y mientras el test sigue siendo validado, tengamos en cuenta los síntomas que describe. Ya sabe, la demencia generalmente no empieza cuando olvidas dónde pusiste las llaves.
Fuente: Revista TiTi