Ciudad de México, 22 de abril de 2014. La seguridad social en el país tiene como principales retos el envejecimiento de la población, la mayor incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, el desempleo y la informalidad, señalaron expertos durante la Semana Nacional de Seguridad Social.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), José Antonio González Anaya, afirmó que las instituciones de seguridad social enfrentan dos problemas fundamentales que presionan financieramente al sistema: la transición demográfica y el envejecimiento sano de la población.
“Cada vez existen más adultos mayores, comparado con número de trabajadores y personas activas, ya que en 1970 habían 14 trabajadores por cada pensionado y actualmente sólo cinco, lo que disminuye los recursos para financiar las pensiones y otros servicios”, explicó el funcionario federal.
A ello se une, precisó González Anaya, que en la actualidad las instituciones de salud deben atender en mayor medida enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, hipertensión o cáncer, cuando en años pasados tenía mayor número de casos de enfermedades contagiosas e infecciosas, las cuales eran más baratas de cuidar.
Por su parte, el director general de Pensiones Civiles del estado de Chihuahua, Marcelo González Tachiquín, explicó el nuevo modelo de pensiones que adoptó la entidad para enfrentar el crecimiento en el pasivo actuarial que dejaba el subsidio por parte del gobierno a los programas de retiro. González destacó que en el país hay más de mil instituciones de seguridad social, las cuales se han ido orillando, cada vez más, a la quiebra.
Mencionó que, a nivel nacional, el pasivo actuarial hasta 2013, ascendía a más de 20 billones de pesos, mientras que en Chihuahua era de 150 mil millones de pesos, con un déficit del 85 % en cuanto a aportaciones del patrón y del trabajador. Por ello, se estableció un nuevo sistema de pensiones, entre cuyas características destacan que ningún trabajador pueda jubilarse hasta que no cumpla con el 85 % de la expectativa de vida fijada por la Secretaría de Salud, el aumento del 10 al 29 % de las cuotas obrero-patronales destinadas a las pensiones, y la inclusión de trabajadores al sistema.
Dichos cambios permitirán que las pensiones en la entidad tengan viabilidad asegurada hasta el año 2024, así como recortar los subsidios por parte del estado, y revertir los pasivos actuariales, aseveró. Este nuevo modelo en las pensiones puede servir de ejemplo de manera nacional o internacional, concluyó.
Por su parte, el secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS)-Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS), Juan Lozano Tovar, aseguró que el envejecimiento de la población, las enfermedades no transmisibles, el desempleo y la informalidad laboral afectan a la seguridad social. Añadió que seis de cada 10 personas en Latinoamérica no tienen acceso a un empleo formal, ni están ahorrando para su retiro, aun cuando la seguridad social es considerada un derecho humano.
Fuente: El Diario
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