Avilés (España), 24 de agosto de 2015. El envejecimiento no es sinónimo del eclipse de la vida, sino una parte más de la existencia de la que se puede disfrutar plenamente. De esa idea y de la forma de afrontarla habló recientemente en los cursos de La Granda la profesora Rocío Fernández Ballesteros, catedrática emérita de Evaluación Psicológica en la Facultad de Psicología en la Universidad Autónoma.
-¿Qué diferencias sustanciales produce el envejecimiento en la psicología de la persona, cambia su forma de ser?
-La forma de ser es muy estable. Una vez que la personalidad se ha conformado, allá por los 20 años, no existen grandes cambios. Donde existe cambio es en los aspectos cognitivos y motores, como puede ser la velocidad de respuesta.
-¿Los cambios son negativos?
-Algunos aspectos motores se hacen más lentos, como la capacidad de respuesta. Hay aspectos que empeoran. Pero hay otros que mejoran. Con los años se tiene más sabiduría, se entiende mejor la vida, se adquieren más conocimientos. El afecto positivo se mantiene a lo largo de la vida y el afecto negativo disminuye. El balance emocional es más positivo en la vejez.
–Parece que envejecer es idílico.
-No, no es idílico. ¡Dios me valga! Me preguntó qué mejora el envejecimiento. Pero es el individuo el que lo debe hacer. El envejecimiento se puede compensar, las capacidades se pueden optimizar. Pero depende de lo que haga cada individuo. Cada persona debe tomarlo como un desafío que vas a lograr superar, no algo que me cae del cielo. No existe ningún gen que indique cómo envejeces. Es el individuo y la sociedad, que potencia o protege. La persona debe decidir si disfrutar de las oportunidades que ofrece el envejecimiento. No sólo es declive, también posibilidades de crecimiento.
-¿Se pueden evitar los aspectos que empeoran?
-Sin lugar a dudas. Uno se puede preparar para el proceso de envejecimiento, que dura lo que dura la vida. Suponemos que a los veinte años se alcanza el máximo crecimiento físico y biológico. A partir de ahí, uno debe procurar optimizar sus capacidades. Hablamos de optimización cuando se trata de lograr aprender muchas cosas o una capacidad.
-¿Qué se puede aconsejar para una buena salud psicológica?
-Prefiero hablar de salud mental o cognitiva. Hay muchas cosas que ayudan: desde la lectura a la escritura o elementos de la vida cotidiana. En estos momentos tienes aplicaciones para los teléfonos móviles con técnicas de tratamiento. Y tienes los pasatiempos, que los llamo ‘gana tiempos’: con el sudoku utilizas un procedimiento lógico y con el crucigrama el razonamiento verbal. Utilizas tus capacidades cognitivas y, por lo tanto, optimizas unas habilidades y compensas otras.
-¿Algún consejo más?
-Un envejecimiento sano debe llevar consigo un mayor control de la propia vida. El ejercicio físico es esencial, pero también tiene que ver con lo cognitivo. El ejercicio cognitivo es igual de importante y, en tercer lugar, el individuo debe seguir controlando su vida. Suelo decir a los hijos que no traten a sus padres como menores, que les dejen hacer. La cuarta implicación es la actividad social, hacer cosas por los demás, de cualquier cosa. Nuestros datos son que las personas mayores contribuyen con 106.000 millones de euros anuales por las tares que hacen.
-¿La soledad de los mayores es patológica?
-Puede ser patológica. Pero se le llama depresión más que soledad. La soledad es un sentimiento, pero uno puede estar feliz de estar solo. En un estudio se comparó la frecuencia de relaciones sociales en los países europeos. España, Italia y Portugal son los tres países con más frecuencia de personas con las que te ves. Holanda, Dinamarca y el Reino Unido son los de menor relación social. Pero en relación con los sentimientos de soledad la situación es inversa. En España, Italia y Grecia es donde hay más sentimiento de soledad y donde menos en Reino Unido, Holanda y Dinamarca. Somos países latinos muy necesitados de relación social. Muchas veces los sentimientos de soledad no tienen que ver con estar solos, sino con echar en falta a los demás.
–Pero los mayores pasan mucho tiempo solos.
-Eso es un estereotipo. Es cierto que los muy mayores, si no pueden valerse por sí mismo, pueden sentir necesidad de otras personas, pero las personas mayores tienen tanta frecuencia de relaciones como el resto. Habrá quien se sienta solo, pero no es por la edad sino por condiciones que van con la edad, como la dependencia.
Fuente: El Comercio