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Montevideo (Uruguay), 14 de junio de 2014. Quienes trabajan en el apoyo a las personas violentadas reconocen que el abuso y el maltrato a las personas mayores no son visibles socialmente. Sin embargo, los abusos y malos tratos suceden en ámbitos privados y públicos, vulnerando los derechos humanos de las personas mayores.

El Servicio de Abuso y Maltrato para Personas Adultas Mayores comenzó a funcionar el 1° de julio de 2013 y ha recibido 130 casos de abuso intrafamiliar, ocurridos en Montevideo y zona metropolitana, donde se aplica este plan. En este perímetro vive el 52% de los adultos mayores del país.

En el ámbito intergubernamental se maneja que entre 4% y 6% de los adultos mayores son víctimas de maltrato, pero no hay cifras sistematizadas sobre la problemática.

En general, se trata de situaciones en donde la víctima y el abusador conviven. Muchas veces incluso el abusador es el encargado de cuidar al adulto mayor.

Los casos más frecuentes son los de violencia psicológica o patrimonial, ya sea por la apropiación de la vivienda, la jubilación o la pensión o el pedido de préstamos forzosos. En el caso de los abusos físicos son canalizados por la Policía.

«No tienen un contexto socioeconómico especial. Sí hay algunos aspectos que pueden llegar a favorecer la aparición de situaciones de este tipo, como pueden ser el aislamiento, la soledad de las personas», dijo Ignacio Sammarco, coordinador general del Instituto Nacional del Adulto Mayor-Inmayores.

«No tiene capacidad de manejar su dinero, de manejar sus cosas. Se lo considera un estorbo, una molestia, un gasto», agregó. Muchas veces, el abuso está tan avanzado -por ejemplo, con la firma de títulos de propiedad de una vivienda- que es difícil actuar sobre ellos. «Los procesos son largos. Se intenta buscar otro tipo de situaciones», dijo.

Las estrategias son variadas y están a cargo de un equipo interdisciplinario conformado por un abogado, un psicólogo y asistente social.

«A veces no hay mucha posibilidad de cambio. Lo que se busca es fortalecer a la persona para que sus derechos los valore ella misma y sean valorados por la familia», explicó Andrea Bechlián, jefa del Departamento de Acción Estratégica del Mides. Si bien la denuncia judicial es una posibilidad, dijo Sammarco, dificulta la situación familiar.

El Mides canalizó el servicio mediante una licitación. Hoy el Centro Interinstitucional de Colaboración con el Adulto Mayor se encarga de atender los casos de abuso. Próximamente se realizará un nuevo llamado.

Inmayores protege a las víctimas y previene el maltrato

El Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez 2013-2015, plantea la generación de mecanismos de respuesta a las situaciones de abuso y maltrato. Inmayores trabaja tres aspectos distintos de la problemática:

  • Protege a las personas en situación de riesgo social, a través de un espacio de consultas y derivaciones. Desde 2012 analiza las situaciones y busca soluciones integrales entre los recursos estatales y de las organizaciones sociales.
  • El Servicio de Atención a Personas Mayores Víctimas de Abuso y Maltrato Intrafamiliar de Inmayores, funciona desde 2013 asegurando respuestas adecuadas a las situaciones planteadas. Ofrece cobertura en Montevideo y Área Metropolitana, donde vive más del 52% de la población adulta mayor del país. Se trata de la primera experiencia pública de abordaje integral que proporciona atención jurídica, psicológica y social. Asimismo asesora y coordina con instituciones de todo el país hacia una estrategia de abordaje nacional.
  • A partir de 2014 Inmayores regula los establecimientos de larga estadía para mayores. En la fiscalización se busca garantizar los derechos de los residentes, protegiéndolos de malos tratos.

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