Ciudad de México, 6 de mayo de 2015. El Senado mexicano está analizando una serie de propuestas y reformas en materia de seguridad social y al sistema de pensiones que prevén garantizar su pago, blindarlo de factores coyunturales de la economía y tener una cobertura universal. Para ello la Comisión de Seguridad Social del Senado elaborará diversas propuestas de reformas en materia de pensiones y jubilaciones, a partir de las conclusiones de organismos y expertos internacionales sobre la universalidad de la cobertura en materia de pensiones, jubilaciones y seguridad social.
Entre estas conclusiones, vertidas durante la Semana de Seguridad Social que se llevó a cabo del 27 al 30 de abril, destaca la advertencia en el sentido de que si el mercado no da empleo y mejores salarios, no será posible un sistema que ofrezca pensiones suficientes, lo que conlleva el riesgo de que aumente la pobreza entre las personas adultas mayores.
Además, existe la necesidad de fomentar la cultura de aportaciones voluntarias a las cuentas individuales para el retiro y de revertir los bajos niveles de cobertura, bajas aportaciones y mínimas pensiones, que ubican a México como uno de los países con más rezago en la región.
México registra una de las tasas de cobertura más bajas en América Latina, pues sólo el 27 % de las personas mayores de 65 años reciben una pensión. Asimismo, cabe destacar que sólo se destina 6.5 % del salario al ahorro para el retiro, y la tasa más baja de reembolso es de sólo 20 y 40 %, según el nivel salarial de los trabajadores, cuando las tasas promedio de la región son del 11 y el 60 % respectivamente.
Otro riesgo en el sistema de pensiones mexicano es la eventual falta de financiamiento del gobierno, tanto a los trabajadores del Estado jubilados como a los del sistema no contributivo, debido a la baja recaudación fiscal, de apenas 11,8 %.
Tomas Wissing, de la Organización Internacional del Trabajo-OIT, sugirió que para revertir este escenario se impulsen esquemas mixtos contributivos y de pensión no contributiva. Lo anterior, para alcanzar 40 % de la cobertura del salario actual y garantizar pensiones suficientes. Asimismo, sugiere incrementar la capacidad de recaudación fiscal, a fin de dar soporte a las finanzas públicas, y aumentar el trabajo formal.
El representante del Banco Mundial, Gonzalo Reyes Hartley, propuso que México emprenda esquemas para la disminución de las comisiones de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), en las que la competencia por el mercado se sustente en una mesa rentable. El gobierno puede contribuir a este propósito a partir de un mecanismo en el que los nuevos afiliados -sin cuentas anteriores de retiro- sean asignados por un periodo determinado a la administradora que ofrezca menores tasas de comisión.
A fin de garantizar el retorno de fondos de pensiones con los mejores rendimientos, sin poner en riesgo los recursos de trabajadores próximos a la jubilación, propuso la diversificación de inversiones al asignar los ahorros de los afiliados de mayor edad en sistemas de capitalización estables, y los de los jóvenes en aquéllos de más riesgo, que les darán mayores rendimientos a largo plazo.
David Kaplan, del Banco Interamericano de Desarrollo-BID, consideró que para alcanzar la universalidad de la pensión se debe bajar la tasa de aportación de los trabajadores que ganan menos, a la par de establecer un porcentaje de cotización superior al marcado por ley para quienes registran más ingreso. Para mantener a salvo los derechos de los trabajadores, este porcentaje mayor al establecido por la ley deberá reducirse en caso de que así lo soliciten los trabajadores, entre los que también deberá de fomentarse la educación financiera.
Fuente: Informador