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Santiago de Chile, 23 de septiembre de 2014. Es un hecho que Chile envejece. Según datos del Instituto Nacional de Estadística –  INE, los mayores de 60 años son 15% de la población, por encima del 11% del 2002, mientras que los menores de 15 años llegan a 20% de la población, menos que el 26% del 2002. Y esta tendencia seguirá profundizándose.

No debe sorprender, entonces, que cada día haya más adultos mayores emprendiendo. La encuesta Global Entrepreneurship Monitor (GEM Chile 2013), reveló que el 14 % de la población de 18 a 24 años puede catalogarse como emprendedor en etapas iniciales (negocios que tienen hasta 48 meses de vida), mientras que un 17,8 % de la población entre 55-64 años está en estas condiciones. Tal vez más interesante: el 5,7% de los mayores de 65 años se declara emprendedor. En términos absolutos, esto quiere decir que hay unos 380.000 adultos de más de 55 años que se consideran emprendedores.

Como la pirámide poblacional se está invirtiendo, es pronosticable que cada día habrá más adultos mayores emprendedores”, dice Ernesto Amorós, director de Investigación en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo.

¿Por qué emprenden los adultos mayores? Amorós recurre a los datos del GEM Chile 2013: “Un porcentaje importante manifiesta que para mantener el ingreso o bien por necesidad, pues no tienen otra fuente de empleo”.

Aunque es la razón más importante, no es la única: también quieren sentirse útiles.

El Fondo de Solidaridad e Inversión Social – Fosis, ha destinado en el último año más de 600 millones de pesos para apoyar los emprendimientos de más de 1.700 personas mayores de 60 años. El año anterior fueron 400 millones y 1.000 personas. “La cifra ha ido creciendo, porque los adultos mayores de hoy se están atreviendo mucho más que antes a emprender por primera vez”, comenta Andrés Santander, director ejecutivo del Fosis.

El emprendimiento en los adultos mayores es un tema que ocupa a los gobiernos de la OCDE. Y la pregunta que se hacen es si promover el emprendimiento en adultos mayores puede ser una opción de política pública para prolongar la vida laboral de sus poblaciones.

Ya hay países experimentando con este enfoque. En Inglaterra, la iniciativa Prime (Prince’s Initiative for Mature Enterprise), en marcha desde 1998, apunta a desempleados mayores de 50 años, con la idea de que puedan autoemplearse. En Australia, NEIS (New Enterprise Incentive Scheme) es un programa de capacitación para el desarrollo de un plan de negocios que apunta a mayores de 50 años. Otros ejemplos son fe:male en Europa y Score en Estados Unidos.

En Chile, además del Fosis, los emprendedores mayores están encontrando apoyo en cajas de compensación y municipalidades.

Juan Alberto González, subgerente de pensionados de Caja Los Andes, explica que los afiliados pueden incorporarse a un Club de Emprendimiento, en el que reciben asesoría para presentar proyectos y concursar por fondos municipales o del Fosis. En general, explica, los monitores son voluntarios que ya tuvieron un emprendimiento y enseñan a otros cómo iniciar sus negocios.

González comenta que “como Caja no podemos subir las pensiones de la gente, pero sí podemos ayudarlos a generar un ingreso adicional”.

La Municipalidad de Vitacura, a través de VitaEmprende, comenzó este año con un programa piloto, al que bautizaron “Mi Mayor Emprendimiento”, en alianza con Fundación Amanoz. Luz Marina Trujillo, coordinadora de Amanoz, señala que partieron con 25 adultos mayores, con la idea de enseñarles algunas habilidades de negocios y acercarlos al mundo del emprendimiento con reuniones con emprendedores. Las ideas de negocios concursarán por un capital semilla de 500 mil pesos.

Las reuniones han sido dos veces a la semana desde junio y han tenido incluso visitas a centros comerciales para ver cómo funciona un local o si es posible vender sus productos a través de ellos.

También el Fosis desarrolla planes especiales para este grupo. El programa Yo Emprendo benefició a unos 100 mayores de 60 años, de 10 comunas de las provincias de Melipilla y Talagante, ofreciendo capacitación y un capital de 350 mil pesos por emprendedor para compra de maquinaria, herramientas e insumos.

En Santiago, también con financiamiento Fosis, se creó una escuela de artes y oficios donde una agrupación de artesanos vulnerables está transmitiendo sus conocimientos a 17 adultos mayores de la Región Metropolitana que se están iniciando en la artesanía, utilizando un modelo de ayuda mutua de maestro a aprendiz. La iniciativa, que recibió unos 23 millones de pesos del Fondo Idea, es ejecutada por la Cooperativa Liberación y busca generar oportunidades de empleo en modalidad flexible para mujeres jefas de hogar y adultos mayores.

En La Higuera, Coquimbo, ocho miembros de la Agrupación de Productores Agrícolas Nuevo Porvenir, dedicados a la fabricación de aceite de oliva, con apoyo del Fosis compraron una máquina extractora que reduce considerablemente el esfuerzo físico que realizaban en esta tarea los olivicultores, quienes en su mayoría, son adultos mayores.

Fuente: La Tercera

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