En 2030 habrá en España un jubilado por cada tres trabajadores en activo

Madrid (España), 5 de enero de 2015. España dispondrá de un millón menos de profesionales en edad de trabajar y tres millones más de personas mayores de 65 años en 2030, según las previsiones de un informe reciente publicado por Randstad sobre «Flexibilidad en el trabajo 2014«. El alarmante crecimiento de la «tasa gris» -la proporción entre esos dos colectivos- no hace más que corroborar que el envejecimiento de la población será una de las grandes prioridades de la agenda global a corto-medio plazo -de hecho ya se plantea de cumbre en cumbre-, incluso en los países mas jóvenes y/o emergentes, que hoy se encuentran a la cabeza de la carrera de la natalidad pero que también ven cómo poco a poco se incrementa su esperanza de vida.

El salto poblacional es importante: de los 92 millones de personas mayores que hay en la actualidad pasaremos a 124 millones en todo el planeta para 2030. En España, el mejor de los escenarios calcula que habrá un jubilado por cada tres personas en edad activa, con lo que el ya de por sí dañado estado del bienestar se verá aún más perjudicado si Gobiernos, empresas y organismos internacionales no desarrollan planes y políticas específicas para paliar ese preocupante incremento.

En la actualidad, la proporción es de cuatro a tres en España, según el mismo informe, con lo que la «tasa gris» se sitúa en el 26%. En cifras absolutas, hablamos de 8,3 millones de personas con más de 65 años frente a los 31,4 millones de españoles en edad de trabajar.

En el resto de Europa

En la Unión Europea, ese porcentaje es levemente superior, del 27%, lejos del 40% que alcanza por arriba en países como Japón, o del 10% al que cae en la India, México, Turquía y Brasil. Pero estos últimos también aumentarán en los próximos años su «tasa gris» por el envejecimiento de la población activa, el descenso de las tasas de natalidad y la mayor esperanza de vida que conllevan las mejoras sanitarias.

Este incremento supone, en algunas regiones, un problema para la financiación del estado del bienestar, más aun cuando registra tasas de paro elevadas. El sistema impositivo a empresas y trabajadores es una importante fuente de financiación que permite el mantenimiento de los sistemas de protección social. En este sentido –recoge el informe-, las tasas de desempleo, unidas al descenso de la población activa suponen una dificultad añadida en lo que a recaudación se refiere”.

Descenso de la mano de obra

Las previsiones elaboradas por Randstad prevén un descenso prolongado de la mano de obra en Europa en los próximos años. Los 336 millones de profesionales en edad de trabajar registrados en la actualidad descenderán un 2% en 2020 y hasta un 6% en 2030, cuando se estima que haya 20 millones menos de potenciales empleados.

En España, está previsto un descenso de un millón de profesionales activos en 2030, mientras que los mayores crecerán en 3 millones, con lo que tasa «tasa gris» pasará del 26% al 38%. Japón es el país que experimentará un mayor descenso de profesionales en edad de trabajar, con una caída cercana al 12% en 2030. Mientras que en China se espera que este colectivo se mantenga al mismo nivel en los próximos años, pero se duplicarán los mayores de 65 años.

Fuente: ABC

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