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Ciudad de México, 21 de septiembre de 2016. Cerca de 800 mil personas mayores de 65 años padecen Alzheimer o algún tipo de demencia en México. Por poner un ejemplo, más de 500 mil pesos ha gastado Isaac Shalkov en año y medio para el cuidado de su madre, Josefina Shalkov, quien fue diagnosticada con Alzheimer.

Han pasado tres años desde que esta familia recibió la noticia. Isaac y su hermano comprendieron que todas esas veces que su mamá olvidó las llaves en casa no eran “cosa de la edad”.

En México hay cerca de 800 mil personas mayores de 65 años padecen Alzheimer o algún tipo de demencia. Se estima que en la capital del país 8 de cada 10 adultos mayores padecen este mal, de acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Geriatría (Inger); pero el mayor desafío es el estigma en contra de quienes tienen este padecimiento.

Según expertos en geriatría, el peor problema al que se enfrenta esta demencia es el estigma a la vergüenza de decir: “Yo tengo Alzheimer”. Gustavo Loreto, director de Meridia – Centro de Día para el Cuidado de Adultos Mayores, dijo que un ejemplo de esto es “la gente famosa que padece algún tipo de demencia, en particular con los familiares, te dicen que no digas nada, les da vergüenza que se sepa que su papá o mamá tiene Alzheimer”.

En un inicio los hermanos Kanarek Shalkov se organizaron para los cuidados de Josefina, pero además del desgaste físico y emocional no podían dejar de trabajar porque el dinero era necesario. Por este motivo contrataron a una conocida y la dejaron a cargo de su madre, pero esto resultó contraproducente, puesto que en un tiempo empezaron a desaparecer objetos de valor en su hogar.

Isaac buscó enfermeras o cuidadoras de agencias que además de garantizar la seguridad de su madre, él no tuviera que preocuparse porque le robaran. “Pero el gasto es exorbitante: una agencia te cobra de 1.200 a 1.400 pesos por día en turnos de 24 horas”. Josefina necesitaba dos personas a su cuidado, lo que representaba un gasto de 33.600 pesos al mes. Por una amiga llegaron a Meridia.

En Meridia, Gustavo Loreto, director de esa institución, contó a El Universal que en este sitio se brinda atención en un horario de 8 de la mañana a 7 de la noche, donde se brinda apoya y cuidados al adulto mayor, especialmente a quien requiere cuidados supervisados.

La Federación Mexicana de Alzheimer señala que este tipo de demencia es una enfermedad degenerativa, progresiva e irreversible, hasta ahora incurable, ataca al cerebro y afecta su funcionamiento. Es un mal que progresa muy lentamente y puede durar hasta 20 años. En febrero de 2015 Josefina ingresó a Meridia y a sus 73 años el deterioro cognitivo había dejado estragos. “Mi mamá desafortunadamente está en la etapa final, no puedo platicar con ella y aunque me reconoce ya no habla, es muy triste”, dijo Isaac.

Este hombre de 48 años aseguró que en Meridia su mamá ha tenido un progreso y la ve contenta. Señala que “la ponen a hacer varias actividades, no los tratan como si no pensaran”.

Para mantener a su madre en este lugar Isaac invierte 270 mil pesos al mes y a eso le suma los gastos de la cuidadora de noche y fines de semana, a la que le pagan 800 pesos diarios, “las tarjetas de crédito están al tope, tenemos que esforzarnos más”.

Isaac cree que hace falta más difusión de esta enfermedad, “es lamentable decirlo pero sobre cáncer todo el mundo habla y de Alzheimer nadie, hace falta más apoyo, quizá que se construyan centros como éste a menores costos”.

En México hay aproximadamente 40 centros de día para adultos mayores, señaló Gustavo Loreto, quien resaltó que debido al creciente mercado hacen falta cerca de mil. Explicó que sí existen lugares públicos en los que se atienden a personas con algún tipo de demencia, pero no son suficientes.

Respecto a este tema, Isaac Shalkov buscó apoyo en el Instituto Nacional de las Personas Mayores (Inapam) y gracias a eso su madre percibe 1.200 pesos mensuales. También pensó en ingresarla en un centro de día del sector público, pero debido al progreso de la enfermedad en Josefina le exigen a una cuidadora particular, por ello no la saca de Meridia.

A Isaac Shalkov le da miedo mover a su mamá por el riesgo de lastimarla en cualquier momento, “porque su piel se vuelve muy delicada y si la aprietas le salen moretones”. Aseguró que él puede estar tranquilo, porque a su mamá le dan de comer a sus horas, realizan con ella actividades que activan su desarrollo cognitivo y que gracias a esto él puede ocuparse de sus labores diarias.

Gustavo Loreto explicó que como índice en una familia con un paciente que padece Alzheimer, 2,5 personas son las más afectadas porque esta enfermedad implica una dependencia y afirmó que muy pocas personas están preparadas para atender esta situación.

Fuente: Vanguardia

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