España, 10 de junio de 2016. Casi 54.000 españoles al año no reciben atención especializada al final de la vida aunque lo precisan. Además, no hay equipos para llegar al medio rural y la mitad de los centros sociosanitarios y residencias no ofrecen este servicio, a pesar de que un 30-40% de las personas pasan en ellos los últimos meses de vida. Estos son algunos de los preocupantes datos que se extraen del nuevo directorio de recursos de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).
Este estudio revela que, en materia de atención especializada al final de la vida, España tiene por delante un amplio margen de mejora en tres ámbitos especialmente: la cobertura asistencial, los recursos humanos y la formación. Y es que en la actualidad son muchos, los pacientes que no están recibiendo atención especializada al final de la vida. A la falta de medios en centros sociosanitarios y residencias así como en el medio rural, se une la dificultad de identificación de pacientes con necesidades de cuidados paliativos (CP) dentro del sistema sanitario, “otro de los motivos que está permitiendo este sufrimiento evitable”, afirman desde la SECPAL.
Estas son algunas de las carencias que recoge el amplio informe presentado por la SECPAL con motivo de su XI Congreso Internacional, que supone un salto cualitativo importante para conocer la realidad del país, ya que por primera vez se han tenido en cuenta criterios de calidad como el tiempo que dedican los profesionales a este tipo de atención o la formación específica con la que cuentan.
El directorio recoge un total de 284 recursos asistenciales específicos de cuidados paliativos, de los que 94 no cumplen todos los requisitos exigidos por la clasificación de SECPAL. Sólo 9 son pediátricos y de estos sólo 3 se pueden considerar equipos, dos básicos y uno completo. Como no asistenciales se registran 46 recursos, que realizan acciones de formación, gestión y desarrollo, investigación y sensibilización social, etc. Además hay 8 estructuras de coordinación, vinculadas a planes regionales de cuidados paliativos, “planes que sólo existen en siete comunidades autónomas, otra prueba más de las carencias”, comenta el doctor Álvaro Gándara, expresidente de la SECPAL.
Por autonomías, la distribución de recursos asistenciales registrados es la siguiente: Cataluña (60), Madrid (39), Andalucía (35), Valencia (34), País Vasco (20), Castilla y León (16), Galicia (10), Asturias y Castilla-La Mancha (9), Aragón, Extremadura e Islas Baleares (8), Canarias y Cantabria (5), Murcia y Navarra (3), La Rioja, Ceuta y Melilla (1). Del total 114 son básicos (1 médico y una enfermera) y sólo 14 completos (al menos un médico, una enfermera, un psicólogo y un trabajador social).
Otro aspecto analizado en este informe es la dedicación profesional y formación, poniendo de manifiesto que el aumento de médicos y enfermeros en los últimos años no se ha traducido en una mejor atención al final de la vida, porque un alto porcentaje de profesionales tienen dedicación no completa (el 27% en el caso de los médicos). Además, el 15% de los médicos y el 58,7% de profesionales de enfermería no cuentan con formación avanzada (más de 140 horas). En el caso de psicólogos y trabajadores sociales, tienen más 40 horas de formación el 25,8% y el 48,1%, respectivamente.
Otro indicador de que la deficiente atención integral y multidisciplinar de las personas con enfermedad avanzada y/o al final de la vida todavía es que sólo 1 de cada 4 recursos cuentan con psicólogos/as y trabajadores sociales, que además dedican menos del 50% de su jornada a prestar esta atención en cuidados paliativos, explica el Dr. Gándara.
En el caso de psicólogos y trabajadores sociales la tasas por habitantes son muy bajas (1×195.000 y 1×227.000 habitantes respectivamente), y dan cuenta de la gran demanda de este tipo profesionales para poder proveer realmente una atención integral.
Por lo que respecta al lugar donde se ofrecen los servicios de cuidados paliativos, según el estudio, principalmente se hace en el domicilio (63,7%) y en el hospital (65,5%). La oferta de servicios en los centros sociosanitarios apenas supera el 50%. En este sentido, el informe señala que es importante también centrar la atención en cuidados paliativos en estos centros, ya que se estima que al menos un 30-40% de las de personas pasa los últimos meses de su vida hasta fallecer en centros sociosanitarios y residencias.
El informe denuncia también que la distancia y la ubicación rural pueden ser determinantes para la baja dotación de recursos específicos, y por tanto, existe una mayor dificultad de proveer un nivel adecuado de paliativ
os en los sitios más alejados de las capitales y en las cabeceras de área de salud. En general, “no se puede prestar una respuesta eficaz
Sobre la falta de formación especializada, las conclusiones del estudio destacan que los problemas actuales de formación derivan de la falta de planes formativos con contenidos docentes homogéneos en pregrado (sólo en 8 facultades es obligatoria) y posgrado, por lo que se recomienda establecer planes de formación específicos y reglados en cuidados paliativos.a la población que se encuentra a más de una hora de distancia del punto de referencia de un recurso”, afirma el Dr. Gándara, que demanda que el desarrollo y organización de los recursos de CP sea planificado con herramientas útiles y eficaces en la ubicación de recursos como el uso de los sistemas de información geográfica (SIG), que apoyen la toma de decisiones y permitan localizar y distribuir equitativamente los recursos.
En este sentido, desde la SECPAL se advierte que la creación de recursos específicos paliativos con profesionales sin la formación y aptitudes necesarias está poniendo en peligro el modelo de atención de calidad definido desde la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos. Para la la SECPAL es primordial que “desde los recursos se establezcan planes formativos continuos y que se mantenga como criterio de calidad de los recursos la formación de al menos más de 140 horas para médicos y enfermeras, y de al menos más de 40 horas para psicólogos y trabajadores sociales”.
Fuente: Geriatricarea