Ciudad de México, 13 de enero de 2016. De acuerdo al Consejo Nacional de Población-CONAPO en México cada día 800 personas entran a forman parte del colectivo de mayores de sesenta años. De ellos sólo el 20 % disfrutan de una pensión, mientras que el 40 % vive en pobreza extrema, sobreviviendo al día con menos de 22 pesos.
En este mar senadoras del Partido Revolucionario Institucional-PRI y del Partido Verde Ecologista de México-PVEM presentaron un punto de acuerdo a fin de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, proponiendo que el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores-INAPAM, como órgano rector de la política nacional en la materia, difunda entre las entidades federativas y sus municipios la existencia de la Red Mundial de Ciudades Adaptadas a las Personas Mayores con la finalidad de ofrecer orientación a las autoridades de los tres niveles de Gobierno, para construir entornos que faciliten un envejecimiento activo y saludable de sus habitantes.
Sobre el particular, recordaron que en México, ciudades como Guadalajara, han ingresado oficialmente a la Red Mundial de Ciudades Adaptadas a las Personas Mayores, y es deseable que cada día sean más aquellas que se incorporen en beneficio tanto de los adultos mayores como de sus familias, que a diario se enfrentan a diversos obstáculos para continuar con su vida cotidiana. Esta Red tiene entre sus objetivos incentivar y orientar su incorporación en favor del envejecimiento activo y digno de las mexicanas y los mexicanos.
Las senadoras impulsoras de la iniciativa afirmaron que es necesario aplicar políticas públicas que permitan a los adultos mayores a una vida sin discriminaciones, ni prejuicios.
En la exposición de motivos de su iniciativa, recordaron que la Organización Mundial de la Salud puso en marcha desde 2010 la Red Mundial de Ciudades Adaptadas a las Personas Mayores, por lo que propusieron exhortar a las entidades federativas y a sus municipios para que a través de las autoridades competentes, impulsen las políticas y acciones necesarias que promuevan la adaptación de comunidades y ciudades amigables con las personas adultas mayores.
Fuente: El Sexenio