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Santiago de Chile, 14 de junio de 2013. De acuerdo al Servicio Nacional del Adulto Mayor-SENAMA las denuncias de agresiones a adultos mayores aumentaron en un 132% entre el 2010 y 2011. Por su vulnerabilidad, los adultos mayores pueden ser víctimas de dramáticos episodios de maltrato y abuso. En el caso de Chile, uno de cada cinco mayores ha sido víctima de algún tipo de maltrato. Más allá de la noción habitual de la violencia física, el maltrato abarca también la integridad psíquica y moral de una persona. La celebración el día 15 de junio del El Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez llama a la sociedad a reflexionar sobre el trato que merecen y que les damos a aquellos que, en las últimas etapas de la vida, demandan la misma dignidad y consideración que los demás.

Para el Dr. Víctor Hugo Carrasco, Presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, «es un tema tan transparente, que no se ve. Es ocultado tanto por los propios afectados como por la sociedad», y agrega que los agresores suelen ser los cónyuges, hijos e inclusive los nietos de las víctimas, entre otros parientes. En otros casos, son individuos externos a la familia. Golpes, quemaduras y otras lesiones físicas son sólo la punta del iceberg, la cual incluye también la contención física.

Según el Dr. Carrasco estas situaciones antes eran esporádicas, y ahora son cada vez más frecuentes. Situaciones «que si bien no están objetivadas en nuestro país en su real prevalencia, vemos cómo año a año va aumentando la proporción de denuncias por estas causas». El especialista recuerda que este tipo de violencia antes no estaba considerada en el sistema legal, y que gracias a una modificación en la ley de Violencia Intrafamiliar en el año 2009, se logró insertar el tema de la violencia física al adulto mayor. Sin embargo, otras formas de maltrato, como es el maltrato psicológico,  el financiero,  hasta la negligencia  en los cuidados de las personas mayores, aún no están normados por el sistema legal.

Según el Dr. Carrasco son varios los factores de riesgo que favorecen esta situación:

– Soledad: el 15 % de las personas mayores en Chile viven solos, lo que les expone a mayor riesgo de maltrato. Más aun, entre el 10 y el 20 % sienten que no tienen a quien recurrir ante algún problema. Además el 15% de los mayores refieren que menos de 1 vez al mes tiene contacto con sus hijos o un familiar cercano. Estos antecedentes son un ambiente propicio para desarrollarse el maltrato.

– Ambiente socioeconómico: mientras más bajo, mayor riesgo de aprovechamiento.

– Nivel educativo bajo: se ha observado que mientras menor es, más riesgo de abuso se presentará.

El maltrato a los adultos mayores adopta diferentes formas y procede, en un gran número de casos, del entorno más inmediato, la familia.

La agresión física no es la única forma de maltrato. El daño psicológico, ya sean insultos, amenazas o intimidación, es igual o más violento. La Dra. Marilu Budinich, especialista de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile coincide: «frases como ´hasta cuándo molesta, señora!’, ‘la voy a dejar en una casa de reposo si sigue así’, forman parte del maltrato, de anular a la persona, de que esta no tenga opinión ni  decisión. Probablemente es el maltrato más doloroso para las personas mayores».

El abandono o negligencia -como es no llevarlos a los controles médicos, no darles medicamentos o los insumos básicos- también significan una grave falta, pues no preocuparse por los cuidados personales y enfermedades de los ancianos, vulnera su bienestar y derechos básicos.

El maltrato económico o patrimonial es otra realidad de los mayores. Víctor Hugo Carrasco recalca la alta frecuencia del abuso financiero, que va desde la apropiación de viviendas hasta del dinero o de otras pertenencias del adulto mayor. «Los hijos le piden que les traspase legalmente la propiedad y después se desentienden del abuelo, quien era el dueño. Al cobrar las pensiones, hacen mal uso de ellas. Usan los fondos o los bienes, sacan las firmas, engañan», enumera.

Chile senior

Es importante destacar que la población adulta mayor en Chile va en aumento, debido al incremento en la esperanza y calidad de vida producido por los avances científicos y tecnológicos. Ahora es el momento de erradicar malas prácticas que deterioran la integridad física y psicológica de los mayores y para ello se requiere trabajo en conjunto.

La Ley de Violencia Intrafamiliar sufrió en 2010 una modificación que incluyó el maltrato a los mayores ante la preocupación suscitada por esta realidad. Para el Dr. Carrasco esto no es suficiente: «no hay una ley específica para el maltrato al adulto mayor, que es una de las reivindicaciones que la Sociedad de Geriatría y de Gerontología tiene». La necesidad de más especificidad obedece a las particularidades de este tema, que afectan en ocasiones  a una persona dependiente por sus dificultades físicas y mentales, como el Alzheimer. Esto sin considerar otras patologías de diversa índole que les afectan de distintas maneras. Otras formas de maltrato, como es el maltrato psicológico o el financiero hasta la negligencia en los cuidados de las personas mayores, aun no están normados por el sistema legal y se encuentran nuestros abuelos más vulnerables a estas formas de abuso.

Se hace imperativo pues, legislar sobre el tema y evitar estos eventos. El cambio, sin embargo, viene de la mano de la educación y cultura del paísafirma el Dr. Carrasco, quien destaca la labor familiar para fomentar el cuidado y respeto hacia las personas mayores. El geriatra es claro al proponer: «así como es transversal la sexualidad o los derechos humanos, también debiera ser transversal como objetivo educacional, en Enseñanza Básica por lo menos, el tema del maltrato y de la violencia intrafamiliar».

“Como Sociedad debemos evitar y sancionar el maltrato en todas sus formas, pero con mayor fuerza aún debemos trabajar por una cultura de buenos tratos a todas las personas y más aún a las mayores, ya que no estaríamos aquí si no fuese por ellos. Una cultura de buenos tratos implica el trato que damos como individuos, familias, instituciones y Sociedad en su conjunto, sea acorde a la dignidad y necesidades de las personas”, indica la Dra. Budinich

Fuente: vidayestilo

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