San José (Costa Rica), 13 de enero de 2016. Por Bernal Monge El Fondo Monetario Internacional-FMI propone bajar las pensiones por “el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”. Por lo que se quiere que la edad de jubilación se ajuste con la esperanza de vida y sus economistas proponen recorte de prestaciones y aumento de las cotizaciones y plantea que las aseguradoras privadas cubran el riesgo de longevidad.
El envejecimiento de la población es un reto, que según el FMI no se debe asumir, porque se trata de un gasto social innecesario. Nos llama la atención, lo impactante de sus propuestas, con lo que trata de reflejar el problema.
El Fondo propone, entre otras medidas, que se recorten aún más las prestaciones y se retrase inclusive aún más la edad de jubilación ante “el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”. Es lo que los economistas bajo la batuta del español José Viñals llaman “riesgo de longevidad”.
Según explicó el propio Viñals en la rueda de prensa en la que presentó el informe, “vivir más conlleva un riesgo financiero importante”.
“Nos va a costar más como individuos, a las corporaciones financieras y a los Gobiernos. Por eso debemos preocuparnos ahora por los riesgos de la longevidad, para que los costes no nos atosiguen en el futuro”, comentó Viñals. Al vivir más la población, tendrá que pagarse más en pensiones y prestaciones a la seguridad social.
En la reciente reforma en España al sistema de pensiones, se retrasaba la edad de jubilación a los 67 años de forma progresiva. Pero ese retraso no basta. El Fondo cree que hay que tomar más medidas, más drásticas, y menciona entre ellas el recorte de las pensiones, el aumento de las cotizaciones y la posibilidad de que los Estados privaticen por completo el sistema de pensiones y contraten aseguradoras privadas para la cobertura de ese “llamado riesgo de que la gente viva más de lo esperado”.
El FMI concluye recordando que todas estas reformas deben acelerarse y cualquier retraso en el proceso dificultará hacer frente al reto como es debido.
“Prestar atención al envejecimiento de la población y al riesgo de la longevidad adicional forma parte del conjunto de reformas necesarias para restaurar la confianza en la viabilidad de los balances del sector privado”.
Es pertinente señalar algunos aspectos de transcendencia en materia de pensiones, como el hecho de que los ricos tienen una expectativa de vida cada vez mayor que la de los pobres, y por lo tanto las políticas que apuntan a retrasar la jubilación podrían perjudicar en demasía a los trabajadores de bajo nivel socioeconómico y afecta la desigualdad social.
En el caso de Costa Rica estamos claros de que se deben eliminar las pensiones de lujo, tratar de establecer un solo régimen de pensiones y según lo que determinen los estudios actuariales aumentar el monto de la cotizaciones al régimen de pensiones e incrementar la edad de retiro, que debe ser en forma razonable, de manera que no afecte la calidad de vida de los pensionados.
Fuente: Entorno Inteligente