Ciudad de México, 16 de septiembre de 2012. México cuenta con más de 10 millones de mayores de 60 años. En muchas ocasiones sufren actos de violencia emocional, física y económica por parte de sus familiares o por los encargados de su cuidado y manutención. En este marco la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), considera necesario erradicar todo tipo de maltrato y discriminación que padecen las personas adultas mayores.
En un comunicado la Comisión informó que, de acuerdo con estadísticas oficiales, tres de cada cinco adultos mayores padecen agresiones de diversa índole en el hogar y la mayoría no lo denuncia.
De enero a julio de este año la Comisión Nacional ha atendido e investigado 412 quejas por presuntas violaciones de sus derechos fundamentales. La mayoría tienen que ver con la prestación indebida del servicio público, omisiones en la atención en instituciones públicas de salud, obstaculizar o negar las prestaciones de seguridad social, negligencia y deficiencias en el suministro de medicamentos.
Por ello la CNDH señaló que para cambiar este panorama es importante redoblar las acciones de educación y capacitación en materia de derechos humanos, a fin de evitar situaciones que vulneran su integridad y bienestar.
La Comisión, a través de la Campaña Nacional de Promoción y Difusión de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, organiza en todo el país cursos, talleres y conferencias informativas para crear conciencia en la población sobre la importancia que tiene el hecho de conocer sus derechos humanos a fin de que los exijan.
Asimismo, el organismo capacita a servidores públicos municipales, estatales y federales con el propósito de que se conozca el hecho de que tienen la obligación de brindarles un trato digno, respetuoso y atender eficientemente sus necesidades.
Se calcula que para el año 2040, uno de cada cuatro mexicanos tendrá más de 60 años, por lo que es urgente poner en marcha un proyecto de vida adecuado que permita lograr un envejecimiento con pleno disfrute de sus derechos fundamentales.
Fuente: CNDH