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Buenos Aires (Argentina), 15 de febrero de 2014. Por Osvaldo Giordano, Presidente de la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba. El envejecimiento de la población es un fenómeno mundial que avanza a pasos acelerados. Junto con ello, emergen complejos desafíos.

Con el objetivo de mejorar el abordaje de estos problemas Help Age International comenzó a elaborar el Índice Global de Envejecimiento. Se trata del primer intento de medir comparativamente el nivel de bienestar de los adultos mayores en cada país. La primera edición se refiere a 2013 y cubre a 91 países donde vive casi el 90 % de las personas con más de 60 años de edad en todo el mundo.

Las limitaciones de que adolece este tipo de indicadores son muchas. Sin perjuicio de ello, y más allá de las correcciones que se le harán en el futuro, constituye un insumo valioso para enriquecer los análisis y debates sobre políticas públicas.

Como era previsible, el índice muestra que en los países del norte de Europa los adultos mayores gozan de los mejores niveles de bienestar. Muy cerca de ellos aparecen Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda.

La Argentina se ubica en el puesto 26 y, como se repite en otros indicadores sociales, Chile lidera la región alcanzando la posición 19. Se destaca Uruguay por encima de la Argentina en la posición 23 y aparecen, con niveles levemente inferiores­ a los de Argentina, Costa Rica, Panamá y Brasil.

Resulta interesante comparar el nivel de desarrollo humano general con el nivel de desarrollo alcanzado en el grupo de los adultos mayores. Planteado así, aparece que en la Argentina los adultos mayores estarían en una situación de relativa desventaja respecto del resto de la población.

Por ejemplo, la Argentina tiene un índice de desarrollo humano más alto que Uruguay (la situación social general es más favorable) pero en el índice global de envejecimiento aparece por debajo (la situación de los adultos mayores es peor).

En igual sentido, en términos de desarrollo humano Argentina está muy por encima 
de Costa Rica, Panamá y Brasil, pero las distancias se acortan cuando se considera el bienestar de los adultos mayores.

Desagregando la información con la que se elabora el índice, es posible aproximar explicaciones a esta discriminación que sufren los adultos mayores en la Argentina.

En relación con la “Seguridad de ingresos”, la Argentina aparece muy bien ubicada en el puesto 11, muy por encima del resto de los países de la región. En el ámbito de “Estado de salud” y “Educación y empleo”, por el contrario, nuestro país se ubica en posiciones rezagadas, incluso comparándolo dentro de la región (posiciones 37 y 34, respectivamente).

Pero es en el cuarto tópico, que incluye el índice que se refiere a “Entornos adecuados”, donde más bajo es evaluada la Argentina (posición 59). Este componente trata de medir las oportunidades que tienen los adultos mayores de vivir en sociedad de manera integrada y autosuficiente (seguridad personal, accesibilidad del transporte público, apoyo de familiares y amigos, libertad).

Aunque el tema merece más análisis y profundización, esta primera aproximación pone de manifiesto que contar con buenas jubilaciones es una cuestión de trascendental importancia, pero no es todo.

La calidad de vida de los adultos mayores depende también de varios otros factores en los que la Argentina tiene mucho por hacer. Esto resalta la im­portancia de acciones como las que viene impulsando la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba, desde el Espacio Illia, tendientes a promover el acceso de los adultos mayores a la capacitación, la recreación y el entretenimiento, la construcción y el fortalecimiento de relaciones sociales y el domino de las nuevas tecnologías.

A diferencia de lo que ocurre con el tema previsional, en el cual las principales limitaciones son de tipo financieras, en este caso la cuestión clave es la capacidad de innovación y de incorporación de buenas prácticas de gestión.

Fuente: La Voz

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