Quito (Ecuador), 14 de septiembre de 2015. Por Kléver Paredes. Ya no es posible ignorar a las personas adultas mayores. Como tampoco se puede desconocer la dinámica del envejecimiento demográfico. Actualmente existen 901 millones de personas de 60 años y más en todo el mundo, lo que representa el 12% de la población mundial. En 2030 serán 1.400 millones el 16,5% de la población mundial. En 2050 aumentarán a 2.100 millones, que equivale al 21%. Las personas mayores de 60 años son hoy más numerosas que los niños menores de 5 años. En 2050 serán más que los menores de 15 años. En ese mismo año, en los países en vías de desarrollo residirán 8 de cada 10 personas mayores de 60 años.
En 2015, de 194 países solo 96 cuentan con información sobre las personas adultas mayores, esto significa menos del 50% del total de países. A pesar de que esta cobertura representa más del 90% del total de la población mayor mundial, el 10% restante (millones de personas mayores) son invisibles y están excluidos de los planes y programas de desarrollo durante los próximos 15 años.
Estas cifras son parte del Índice de Envejecimiento Global 2015 publicado por la organización HelpAge Internacional, que mide el bienestar social y económico de las personas mayores en 96 países y representa al 91% de las personas mayores del mundo o a 9 de cada 10 personas que tienen 60 años y más, es decir a 901 millones de personas.
El Índice de Envejecimiento Global clasifica cuál es el mejor y el peor país para envejecer, basándose en cuatro factores: la seguridad de ingresos, el estado de salud, las capacidades y el entorno favorable.
En 2015 a nivel mundial Suiza es el mejor país para vivir para las personas mayores, seguido de cerca por Noruega, Suecia, Alemania y Canadá. Además de Japón que ocupa el puesto 8, los primeros 10 países clasificados están en Europa Occidental y América del Norte. Afganistán, en cambio, se sitúa en el último puesto, 96.
La mayor parte de los países de América Latina y el Caribe tienen una posición moderada, independiente de las políticas y los niveles de ingresos. A pesar de existir políticas y programas en salud, educación e ingresos para las personas mayores, todavía hay mucho por hacer, se recomienda en el Índice.
Los países más envejecidos de la región ocupan las primeras posiciones del ranking: Argentina, Chile y Uruguay. Existen excepciones como Panamá y Costa Rica, en las cuales el porcentaje de adultos mayores no es muy elevado y ocupan lugares protagónicos.
Venezuela y Honduras se encuentran al final de la escala del Índice de Envejecimiento Global, con valores similares a los de África. Lamentablemente, en algunos países del Caribe ni siquiera se cuenta con información sobre la realidad de sus adultos mayores.
En 2014, en el Índice de Envejecimiento Global, Ecuador se ubicó en el puesto 33. Su rango en seguridad de ingresos fue 56; estado de salud 28; competencias 42; y entornos favorables 58. En 2015 se mantuvo con el mismo puntaje en seguridad de ingresos, estado de salud y entornos favorables, sin embargo en competencias bajó a 72, lo que incidió en la clasificación del puesto 44.
El Índice señala que la desigualdad entre países es cada vez mayor. Muestra que la brecha en la esperanza de vida a los 60 años entre los países clasificados en la parte superior e inferior ha aumentado en 2 años desde 1990. Esta desigualdad crecerá si no se presta más atención a este grupo de edad y si las políticas no están mejor orientadas. En este momento, las medidas de austeridad en Europa están afectando al bienestar de mujeres y hombres mayores.
Las mujeres tienen mayor riesgo de pobreza en la vejez. Resultado de una vida sufriendo discriminación por razón de género, junto con la desigualdad en la vejez, puede tener un efecto devastador en las mujeres mayores. A nivel mundial, el 46,8% de las mujeres entre 55 y 64 años son económicamente activas, en comparación con el 73,5% de los hombres. Además, las mujeres suelen ganar menos que los hombres, por lo que la oportunidad de ahorrar para la vejez se limita, aumentando el riesgo de pobreza en esa etapa de la vida. Más del 23% de las mujeres del mundo tienen ya más de 50 años.
En el Índice de Envejecimiento Global se resalta que existe una necesidad urgente de un mejor análisis de género al considerar el bienestar y la dignidad en la vejez. Las mujeres mayores sufren de manera particular, ya que la definición de políticas basadas en género tiende a tomar información de series de datos ampliamente disponibles que no registran información para grupos etarios más allá de los 49 años.
La violencia contra mujeres mayores es un ejemplo claro de esto. Los sistemas de datos que registran la violencia sexual y física contra mujeres se detienen en los 49 años, perpetuando así la noción desacreditada, hace ya mucho, que solo las mujeres en edad reproductiva son víctimas de violencia sexual.
El Índice señala que los gobiernos que han invertido en el envejecimiento poblacional estarán en los primeros puestos en los próximos años. Estos países puntúan alto en las cuatro áreas, en las pensiones sociales, en la asistencia sanitaria accesible, en la flexibilidad en el trabajo, así como en la educación en todas las etapas de la vida y han creado un entorno propicio para todas las edades.
Al momento de la publicación del Índice Global de Envejecimiento 2015 (9 de septiembre) se realizaba una histórica reunión de jefes de Estado en Naciones Unidas para acordar una serie universal de Objetivos de Desarrollo Sostenible para erradicar la pobreza, ofreciendo prosperidad y paz a las personas de todas las edades. En el momento en el que se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el 2030, se prevé que la proporción de personas de 60 años y más, a nivel mundial, aumentará hasta el 16,5%.
Otro aspecto que enfatiza el Índice es la educación. Entre 1990 y 2010 la desigualdad en términos educacionales aumentó en el 50% entre los primeros 10 países y los 10 últimos. A pesar de que todas las regiones han logrado avances en los indicadores socioeconómicos, los países de ingresos bajos y muy bajos están quedando atrás.
La desigualdad entre ellos y los primeros 10 países aumentó durante el período de crecimiento económico global de finales de la década del 90 hasta la crisis financiera de 2008. Asimismo, existe desigualdad entre los grupos etarios. La tasa de pobreza en 32 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del Índice es del 10% entre personas de 66 y 75 años. Sin embargo, entre los mayores (de 76 años y más), es del 13%.
La brecha de pobreza entre estos dos grupos etarios (66 a 75, y 76 y más) es particularmente amplia en Suiza y EE.UU. (12 y 8 puntos porcentuales respectivamente). Toda una vida de discriminación de género combinada con la desigualdad en la vejez pueden tener efectos devastadores en las mujeres adultas mayores. A muchas se les niega el acceso al mercado laboral formal, por tanto, trabajan de cuidadoras de niños y otros familiares. (I)
Comparaciones entre países de América Latina
Chile también tiene una alta tasa de empleo de 65,4%, una tasa de cobertura de pensiones del 83% y una tasa de pobreza en la vejez del 15,2%. Regionalmente se desempeña mejor que los demás en salud (14), con una esperanza de vida a los 60 de 24 años adicionales y con una tasa de esperanza de vida saludable de 18 años.
También es líder en la región en cuanto al nivel de educación de los adultos mayores con 48,2 por ciento y tiene el Ingreso Nacional Neto (ING) per cápita más alto de la región de $ 21.942.
Uruguay se desempeña mejor en seguridad de ingresos, con la tasa de pobreza en la vejez más baja (8,3%) y el segundo puesto en cobertura de pensiones (92,7%).
Honduras (82) se encuentra en el puesto más bajo de la región, cuenta con algunos descuentos para las personas mayores y pensiones únicamente para aquellos que aportaron al sistema contributivo.
Algunos países se desempeñan bien incluso en el ranking global en dominios particulares como consecuencia de su acción sobre el bienestar de las personas adultas mayores. Por ejemplo, en el dominio competencias, Panamá tiene la posición 16 y en entornos favorables, Costa Rica está en el puesto 29.
Ejemplos de políticas públicas para atender la salud en la vejez incluyen un sistema nacional en Uruguay y un programa de cuidados domiciliarios para personas con enfermedades crónicas y personas con discapacidad lanzada en la Ciudad de México en 2008. (I)
La región latinoamericana envejece
El Índice Envejecimiento Global 2015 señala que en América Latina se produce el fenómeno más rápido de envejecimiento a nivel mundial y a la vez se presentan políticas progresistas de envejecimiento. Se menciona como ejemplo de los avances la aprobación de la Primera Convención para la Protección de los Derechos de las Personas Mayores.
Los 18 países de América Latina y el Caribe del Índice de Envejecimiento Global representan el 7,3% de la población mayor del mundo. La proporción de personas mayores en toda la región varía mucho: Uruguay tiene 19%, mientras que Guatemala, Honduras y Nicaragua cerca del 7% cada uno.
Para el 2030 se pronostica que el número de personas de 60 años y más será del 16,5% del total de la región; es decir, alrededor de 113,4 millones de personas. Se espera que en 2050 estas cifras alcancen al 25,5%, es decir 190,1 millones de personas.
En general existe una correlación entre la proporción de personas mayores y la posición en el Índice. Por ejemplo, países con proporciones más grandes de personas mayores, como Chile (21), Uruguay (27) y Argentina (31), se encuentran en mejores posiciones en el Índice. Este año Panamá lidera la región, seguido por Chile y después Uruguay.
Las puntuaciones relativamente altas pueden atribuirse en gran medida a la existencia y a la efectividad de políticas estatales, con una orientación de políticas sociales en general y de políticas de envejecimiento en particular.
Panamá tiene una tasa de empleo del 98,3 % para personas entre 55 y 64 años, posiblemente en respuesta a los bajos ingresos provenientes de la jubilación. También tiene buenas puntuaciones en el dominio de salud, una posición moderada respecto a la cobertura de pensiones y una tasa de pobreza del 17,7%.
La ley para asegurar los derechos de las personas mayores está en espera de aprobación por el Congreso. El país tiene valores por encima del promedio regional en casi todos los indicadores con la excepción de bienestar mental.
Fuente: El Telégrafo