Ciudad de México, 20 de abril de 2015. El presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), Carlos Noriega Curtis, reveló en una entrevista que sólo 10% de los mexicanos en edad de trabajar contará con un retiro digno y el 30 % apenas tendrá para comer en su vejez. El Gobierno, diputados y senadores conocen el diagnóstico, pero tienen otros intereses de corto plazo
¿Cuántos mexicanos están inscritos en una Administradora de Fondos para el Retiro-Afore?
— Hay cerca de 52 millones de cuentas individuales, pero sólo 20 millones están activas: 18 millones de trabajadores afiliados al Seguro Social y dos millones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado-ISSSTE.
Y en términos de dinero, las Afores manejan dos billones y medio de pesos, equivalentes a 14 % del Producto Interno Bruto.
¿Cuál es el rendimiento promedio de las Afores?
— El año pasado tuvimos un rendimiento promedio de 6% por arriba de la inflación. Han sido años de vacas gordas para el ahorro financiero, pero hacia adelante debemos anticipar tasas de rendimiento de 3%, en los próximos 20 años, por arriba de la inflación.
¿Estas cifras garantizan que los mexicanos tendrán una pensión digna?
— Las mejores prácticas, a nivel internacional, dicen que una pensión debe estar en 70% del último salario del trabajador, pero en México, estamos muy lejos de eso. En promedio, un mexicano recibirá entre el 30 y 50% de su ingreso, debido a que no ahorra de forma voluntaria.
¿Cuánto tendría que ahorrar un trabajador de manera voluntaria para recibir una pensión decorosa y durante cuánto tiempo?
— Lo deseable es que se invierta 25% de su salario, durante su vida laboral activa. De esta cifra, la mayoría (95.1 %) sólo cuenta con 6,5 % de las cuotas obligatorias determinadas por la ley, las cuales se conforman con aportaciones tripartitas: hechas por el Gobierno, el patrón y el empleado.
De acuerdo a dichas cifras, ¿qué porcentaje de la población en edad de trabajar tendría una pensión digna?
— Si consideras que la informalidad laboral representa cerca de 60 %, sólo 40 % está cotizando en una Afore y, de tal cifra, la mitad obtendría una pensión. Pero de estos últimos, te diría 10% alcanzaría un fondo de retiro satisfactorio, de más de 50 ó 70% de su último salario.
Si esto no cambia, ¿estaríamos viendo a los adultos mayores vendiendo en las calles en los próximos 20 ó 30 años?
— Tienes toda la razón. Una encuesta hecha por la Amafore reveló que 20% de las personas de 80 años de edad, que cotizaron durante su vida laboral, siguen laborando por necesidad.
Para atacar ese problema, en la Ciudad de México existe la Pensión para adultos mayores; y a nivel federal, el programa 65 y más, pero es un tema que debe analizarse de la siguiente forma: esa pensión debe ser entendida como un seguro contra la indigencia en la edad del retiro.
Es un monto que debe garantizar una manutención mínima, pero no aspiramos a eso como sociedad, y pensar que el Gobierno, Dios o la Lotería Nacional nos va a sostener durante la vejez, es una falta de responsabilidad.
¿Cuántos trabajadores tienen esa mentalidad?
— Eso es lo triste. Necesitamos crear una cultura donde la gente entienda que pedirle al Gobierno es una entelequia.
Y un joven que piensa que vivirá de la asistencia pública o de los impuestos cae en un acto de deshonestidad. Tenemos que entender que debemos ahorrar y saber cómo queremos vivir en el futuro.
Ante este panorama, ¿qué dicen los políticos, los diputados y senadores?
— Las crisis de pensiones se manifiestan tan lentamente que nadie lo percibe como en Francia, donde se trató de incrementar la edad mínima de retiro. En Grecia y España se redujeron las pensiones, todo eso provocó mucho ruido, pero ese ruido se generó cuando ya era muy tarde.
Nosotros no hemos sido exitosos en abrirle los ojos a nuestros legisladores, a nuestras autoridades, sobre que éste es un problema gravísimo para el país.
¿Es un tema de seguridad nacional?
— Sí. Es un asunto de Estado y es un tema que nos atañe a todos los mexicanos por igual. Todavía tenemos una década o década y media para sacar provecho al bono demográfico, que es la posibilidad de tener un número de trabajadores relativamente alto, respecto a los dependientes económicos (niños y viejos), donde podemos hacer patrimonio, y si no lo hacemos, qué va a pasar dentro de 15 años: vamos a ser un país sin posibilidad de ahorro y con adultos mayores en problemas.
Pero los políticos, ¿qué han hecho?
— No hemos tenido éxito. Lo han postergado por intereses de corto plazo. Un programa de ahorro a 20, 30 ó 40 años no es popular porque implica hacer un esfuerzo y los beneficios vienen mucho después.
Frente a dicho panorama, ¿qué puede hacer la gente?
— El primer paso es la conciencia. En el momento que tienes esto cuentas con la mayor parte de la solución. El siguiente es que vayan a cualquier Afore, y si no tienen una cuenta, abrirla; lo siguiente es pedir asesoría y encontrar la mejor manera de hacer aportaciones voluntarias.
En una Afore puedes invertir desde 10 pesos, y prácticamente puedes ir a cualquier Seven & Eleven para hacer un depósito. Aquí la noticia es que el rendimiento que ofrecen las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro siempre han estado por arriba de la inflación.
Cifras clave
• 20 millones de trabajadores tienen una cuenta activa en alguna Afore, pero sólo 4.9% hace aportaciones voluntarias; 95.1% se conforma con las cuotas obligatorias de 6,5%, que no garantizan una vejez sin carencias.
• 25% de su ingreso mensual debe destinar una persona para obtener una pensión equivalente a 70% de su último salario. Los programas del Gobierno federal y del DF como 65 y más o Pensión para adultos mayores, respectivamente, son un dique contra la indigencia, señaló la Amafore.