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Ciudad de México, 10 de febrero de 2014. El investigador universitario Lukasz Czarnecki consideró que los recursos del programa Pensión Alimentaria del gobierno de la capital federal se deben otorgar sólo a los más pobres y a los más necesitados, mediante la aplicación de un estudio económico.

Czarnecki, becario posdoctoral del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, trabajó con el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores (IAAM) del Gobierno del Distrito Federal en el análisis de las condiciones de los adultos mayores, habiendo aplicado 186 encuestas-entrevistas a 149 mujeres y 37 varones.

Indicó que en la investigación se estableció que la pobreza y las desigualdades no se combaten con políticas generalizadas para todos los ancianos, sino mediante acciones concertadas.

Entre las declaraciones más destacadas de los beneficiarios del programa (que otorga mil nueve pesos al mes por inscrito) figuraron “me gané un lugar en la mesa”, “nos defendemos con la tarjeta”, “uno se siente importante” y “me siento más seguro”.

Sobre los objetivos de la iniciativa más de la mitad mencionó “mejorar mi situación” y un cuarto “apoyar la situación económica familiar”.

En cuanto a lo que debe cubrir el programa la mayoría respondió que medicamentos y, en segundo lugar, comestibles, mientras gran parte de la población asistida aseguró que con las transferencias monetarias mejoró sus relaciones familiares y amistosas.

Sobre qué hacen con el monto mensual recibido, 75 individuos lo utilizaron en su beneficio, 71 lo destinaron a la parentela y a sí mismos, 38 a la familia y dos no respondieron.

Por lo menos 55 % de los beneficiarios consultados considera que con el programa se reducen las desigualdades en ese sector, aunque la mayoría declaró tener influencia nula en las decisiones políticas o en las de sus familiares.

Una de las preguntas incluidas por Lukasz Czarnecki fue “¿qué mejoraría en el manejo del programa?”. Las respuestas fueron acabar con el abuso de los hijos, beneficiar sólo a quienes lo necesitan, instrumentar programas de descuento en medicinas y alimentos y proporcionar una casa de reposo.

Entre los aspectos que más molestan a los adultos mayores en la etapa de la vejez y que refleja la investigación se citó el abandono, la falta de cuidados, quedarse solos en casa, ser marginados y discriminados, no trabajar, carecer de prótesis y no escuchar ni ver.

Las demandas más destacadas se dieron en salud y educación social y los adultos mayores solicitaron cuidadores domiciliarios para mejorar su calidad de vida, acceso a la justicia y compartir sus experiencias.

Cerca de 480 mil personas figuran en el Padrón de Adultos Mayores en el Distrito Federal. Para poder ser beneficiario del programa Pensión Alimentaria formar parte de ese instrumento se debe tener más de 68 años y tres años de residencia en la capital.

Fuente: Uni Radio Noticias

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