Santiago de Chile, 11 de noviembre de 2014. En Chile los adultos mayores representan actualmente el 15% de la población total del país, es decir, 2.687.637, mientras que la proyección INE-CELADE, asegura que para el 2020 esta cifra aumentará hasta alcanzar los 3.264.841. La pregunta que se deriva de estos datos es si Chile está preparado para este desafío. Y son muchas las áreas que entran en juego y que deben, en coordinación, fijar metas y políticas públicas.
Teniendo en cuenta que las personas mayores aumentarán, es necesario saber ¿quiénes son los adultos mayores? ¿dónde viven? ¿qué hacen?
De acuerdo a las cifras entregadas por el Servicio Nacional del Adulto Mayor-SENAMA las regiones con mayor cantidad de personas mayores son la Metropolitana, Biobío y Valparaíso.
Según la encuesta CASEN de 2011, el 24,5% de las personas de más de 60 años y más se encuentra ocupado, el 0,9% está buscando trabajo, mientras que el 74,6% se encuentra inactivo, es decir, no tiene y no está buscando trabajo.
Sin embargo, se observa que las personas mayores participan activamente en instancias sociales, en tal sentido, es posible señalar que el 31,5% de las personas mayores, es decir más de 800 mil personas de 60 y más años, participa de una o más organizaciones sociales, como clubes de adultos mayores, juntas de vecinos, clubes deportivos, organizaciones de voluntariado y de iglesia.
El Senama es uno de los organismos que protagonizan la toma de medidas para ayudar a los adultos mayores. Su directora, Rayén Inglés, ha revelado los desafíos que se vienen para el país dentro de esta área.
«El primer desafío que tiene Chile es generar un sistema de cuidado especializado y a largo plazo para personas mayores, este sistema tiene que reconocer las características distintas de las personas mayores», explica, al mismo tiempo que asegura que «uno de los desafíos que tiene el envejecimiento en Chile es cómo le agregamos calidad a estos años de vida y cuando hablamos de calidad hablamos de capacitación, de oportunidades para el adulto mayor para envejecer en su propia casa, asumiendo que no hay mejor lugar para envejecer que tu propia casa«.
La compañía y los espacios
La directora del Senama indicó que «tenemos que ver el tema de reconversión laboral, que transita en una sociedad que asume esta etapa como de descanso a una etapa donde los que quieran trabajar pueda hacerlo, algunos lo hacen para aumentar sus pensiones, otros porque quieren seguir en sus mundos laborales y otros porque encuentren en esto un mundo que proyecta un ser más contento«.
Ante este escenario surge la necesidad de generar espacios para los adultos mayores, «si hacemos un análisis del mercado para saber qué consumen los adultos mayores nos vamos a sorprender, no es una fuerza sólo en número sino que además un grupo que está presente en la sociedad. Desde ese punto de vista las personas mayores tienen que tener también una oportunidad de participar activamente, puede opinar, puede hablar, puede tenerse como referente, a asumir su propia vejez. La vejez es normal, es una etapa de la vida, la más larga, tenemos una esperanza de vida 25 años después de los 60«, dijo Inglés.
Centros de cuidado
Según los datos del Catastro de Establecimientos de Larga Estadía (Senama, 2012), el número de personas institucionalizadas en este tipo de recintos llega a 17.200, lo que supone el 0,007% de la población total de este grupo etario.
«Como gobierno tenemos que asumir el desafío desde la instalación de un sistema de cuidado a largo plazo, representada en 15 centros, nueve de larga estadía y seis centros diurnos. Estos centros tienen como novedad la presencia de unidades convivenciales, son espacios donde se abordan de manera diferenciada las características de las personas que residen y los centros diurnos tienen enfoque socio sanitario, para la rehabilitación y un acompañamiento psicosocial, que pueda mantener sus capacidades funcionales y vivir en su propia casa. Esto implica comprender que no todos los adultos mayores deben ser institucionalizados, sino más bien comprender que no hay mejor manera de vivir en tu propia casa«, recalcó.
Sin embargo, no sólo hay centros, sino que políticas públicas como los programas de acompañamiento para las personas mayores que viven solas.»Tenemos un programa que se llama Vínculo y acompaña a personas mayores que viven en hogares unipersonales o bipersonales en condiciones de vulnerabilidad. Este tipo de programas tiene que fortalecerse porque muchas personas vivirán solas«, explicó la directora del Senama.
Este programa consiste en que un psicólogo y un trabajador social conecten a los adultos mayores con las redes de apoyo, «establece una oportunidad grupal relacionando a grupos de 40 personas en iguales características y que puedan fortalecerse, muchos terminan formando un club y tienen nuevos amigos y uno dice claro la convivencia, la soledad no sólo debe hacerse con profesionales, este es un programa que permite que el individuo se reencuentre con sus pares, centros de rehabilitación, colegios de adultos mayores, etc. El duelo por ejemplo es una de las temáticas poco abordadas por los adultos mayores, hay temas que todavía falta que se desarrollen, como la muerte y ese acercamiento debe ser acompañado, disminuir la sensación de sensibilidad«.
Centros de larga estadía
De acuerdo al Senama, estos centros reconocen con particularidades de las personas mayores, es decir, que pueden tener pareja por ejemplo, «y entonces se reconoce que tiene que tener un espacio para la convivencia, el amor, las relaciones humanas y afectivas y no quedan al margen de este proceso, por eso es un enfoque socio sanitario, aquí sí hay espacio para el acompañamiento de pareja, hay oratorio, que son para las personas mayores reconociendo que pueden tener distintos credos, se garantiza la libertad de culto, sin imponer una religión«, explica Inglés.
¿Quiénes pueden llegar a estos centros? El Senama recibe a personas en vulnerabilidad, que no tienen un tercero que los cuide, por lo que el organismo implementa un protocolo de ingreso a través del cual los adultos mayores son seleccionados. Generalmente son vulnerables, solitarios y muchos en estado de abandono, además sin casa,» ese es el perfil de quienes estamos atendiendo hoy día».
Maltrato
Actualmente existe la ley 20.437, Ley de maltrato al adulto mayor, promulgada durante el año 2010 y que tipifica el maltrato, en sus diferentes formas -psicológico, el físico, económico o abuso patrimonial- como delito.
Durante el año 2013, a nivel nacional, el Senama recibió 2.445 consultas y casos de maltrato a las personas mayores, donde las consultas se concentraban en maltrato psicológico, con 329 consultas, y abandono con 522. Del mismo modo, se recepcionaron 485 consultas de maltrato estructural/societario e institucional.
Entre los meses de enero y abril 2014, el Senama ha recepcionado 971 consultas y casos, a nivel nacional, manteniéndose la tendencia, por cuanto las mayores consultas presentadas son lideradas por el maltrato de tipo psicológico, con 125 situaciones, y el abandono, con 174.
Un tema siempre: las pensiones
El director del Instituto de Previsión Social (IPS), Patricio Coronado, explica que el organismo tiene dos grandes misiones: continuar con las antiguas cajas de previsión social, que son 29, y la reforma previsional del año 2008.
En primer lugar, estas cajas de previsión social «todavía cotizan y pagan sus cotizaciones en el IPS y nuestra pega es entregar el beneficio lo más antes posible, antes se demoraban mucho en esto, estamos haciendo la cotización en línea en el IPS en 10 minutos y se demora 10 minutos en irse con su pago«.
En cuanto a la reforma, «el mandato de la presidenta es que paguemos oportunamente, que pague bien, y que además entreguemos calidad en el servicio, ella dijo que pongamos rostro a quienes le estamos pagando«, detalla Coronado.
– ¿Cuáles son las consecuencias para el sistema del aumento de los adultos mayores?
El aumento de adultos mayores es un cambio de frecuencia solamente, para el pago de los beneficios tenemos la infraestructura, para eso tenemos la Caja de Compensación Los Héroes, y todos aquellos pensionados que tienen el convenio le depositamos en la cuenta corriente o en la cuenta RUT, ya no hay grandes filas, el aprendizaje a partir de esto fue muy importante.
– ¿Hay un costo monetario?
Por supuesto que hay, el foco es cómo Estado nos hacemos cargo de entregar un servicio como adulto mayor. A partir del 2008 todas aquellas personas que no cotizaron nunca una vez que cumplan 65 años pueden optar a la pensión básica solidaria, hombres y mujeres, a la misma edad. Ahora si cotizaron poco, antiguamente había un mínimo de 20 años, ahora si cotizo menos, puedo optar a un APS, que es un aporte adicional, que incrementa el monto de su pensión de acuerdo a ciertos tramos. La pensión mínima es de $82.058.
-¿El presupuesto del Estado está preparado?
De lo que tenemos que estar preparados es que al aumentar las personas que necesitan nuestra ayuda, hacerlo bien.
De acuerdo a los antecedentes entregados por el Instituto de Previsión Social-IPS, si se analizan las nóminas de pago de las pensiones que maneja el organismo, se observa que se mantiene vigente el esfuerzo realizado con la implementación del Pilar Solidario que creó la Reforma Previsional en el año 2008, así como la necesidad de que el Estado promueva un sistema que vaya en ayuda de los sectores más vulnerables de la población del país.
En la siguiente gráfica se observa cómo ha ido evolucionando el número de beneficios pagados anualmente, superando durante 2013 los 14 millones de beneficios:
¿De qué se enferman?
El 87,2% de las personas mayores pertenece a Fonasa, mientras que el 3% a las Fuerzas Armadas y el 7,3% a Isapre.
Pero ¿cómo funciona la red pública de salud en este sentido? La Sociedad de Geriatría entregó algunas cifras alarmantes.
«En el mejor de los casos no llegamos a 70 geriatras en el país, requerimos no menos de 350, porque ahora hay en promedio 1 por cada 5.000 personas mayores«, explica el presidente de la Sociedad de Geriatría, el doctor Víctor Hugo Carrasco.
Respecto al aumento del envejecimiento de la población, el doctor Carrasco indicó que este tema «no es nuevo, como Sociedad de Geriatría llevamos muchos años declarando que hay un problema demográfico, pero a mí no me gusta detenerme solo en este detalle«.
Sostiene que el problema a nivel sanitario radica en que el adulto mayor es un grupo que manifiesta sus enfermedades de maneras diferentes y lo más agravante se manifiesta con la pérdida de autovalencia y «si uno no interviene con especialidad, esa pérdida lleva a la dependencia», asegura, agregando que «el sistema sanitario que tenemos en el público y privado sigue abordando a este grupo de la misma manera que otros. Van a los especialistas del órgano que se enferma, pero la intención debe ser integral«.
De esta forma, Carrasco sostiene que esa respuesta la tiene la especialidad en geriatría, «porque es integral, no trabaja solamente como médico sino también con un equipo multidisciplinario«.
Fuente: La Tercera