New York (Estados Unidos), 7 de junio 2016. Los investigadores, Victor y George Tetz, del centro estadounidense Institute of Human Microbiology (Instituto de Microbiología Humana) reportaron en la revista Journal of Medical Case Reports haber obtenido resultados significativos en el tratamiento del alzhéimer avanzado en un hombre de 77 años. A pesar de ser sólo un caso, puesto que se trata de un estudio de caso, resulta al menos, muy interesante y prometedor.
El paciente, es un hombre de 77 años con alzhéimer en fase avanzada que después de dos días de tratamiento con el fármaco desoxirribonucleasa I o DNasa I, aprobado en la actualidad por Food and Drug Administration, FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos norteamericana) para el tratamiento del esputo anormal en los pacientes con fibrosis quística, empezó a mostrar signos de mejoría cognitiva y funcional.
Deterioro acelerado antes del tratamiento del alzhéimer avanzado
El enfermo tratado, varón de 77 años, que 30 meses antes de que los investigadores lo trataran por primera vez, había sido diagnosticado con demencia debido a la enfermedad de Alzheimer. En ese tiempo el paciente deterioró rápidamente llegando a no reconocer a sus familiares ni a recordar su nombre, teniendo graves problemas para caminar, alteraciones del comportamiento e incontinencia urinaria. Al llegar el caso al Instituto de Microbiología Humana con sede en New York, el enfermo se encontraba en una fase avanzada de alzhéimer.
Tratamiento del Alzhéimer avanzado con DNasa I
Los familiares dieron su consentimiento para que los doctores, Victor y George Tetz iniciaran el tratamiento con 140mg al día de DNasa I, un fármaco que se ha considerado que puede ofrecer beneficios en el tratamiento de algunos tipos de cáncer sin que se haya especificado aún el mecanismo que explique esos resultados.
DNasa I actúa directamente sobre el ADN, pero los investigadores coinciden en señalar que se necesita mucha más investigación para identificar su posible efecto sobre el alzhéimer.
En la publicación se describe los cambios generados. A los 2 días de tratamiento, el enfermo fue capaz de reconocer a sus familiares y orientarse parcialmente en tiempo y espacio. A los 2 meses era capaz de hablar e interactuar con los demás, tocar el piano y realizar tareas como vestirse o realizar cálculos básicos. Su mejora en los test cognitivos y funcionales fue importante. Citado en un comunicado de prensa, Victor Tetz, uno de los autores del estudio, cuenta:
“El tratamiento con DNasa I permitió sacar al paciente de un estado terminal y dio lugar a mejoras significativas en el funcionamiento cognitivo y funcional, incluyendo la capacidad de caminar y realizar tareas cotidianas con alguna independencia…”
Aunque los resultados son interesantes, están lejos de poder generalizarse. Muchas razones pueden justificar que el fármaco funcionase en una persona y, sin embargo, no lo haga en los demás. Solo la realización de ensayos clínicos controlados puede decir si estamos ante un espejismo o una opción real de tratamiento.
Fuente: Titi