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Ciudad de México, 3 de diciembre de 2012. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia señaló, al inaugurar el Foro «Exigibilidad de los derechos humanos de las personas adultas mayores», la necesidad de transitar de un modelo asistencial para los adultos mayores hacia un modelo de derechos.

González Placencia reiteró que debe generarse una política de largo plazo, con visión de Estado, una política pública transdisciplinaria, además de solidaria, incluyente, antidiscriminatoria y con tendencia a resolver las desigualdades económicas.

El ombudsman detalló que en el país hay diez millones y medio de adultos mayores, lo que representa el 10 % del total de la población. De todos ellos sólo el 20 % pueden sostenerse por sí mismos. González Placencia agregó que “esto quiere decir que 80 % de nuestra población adulta mayor vive en dependencia o en una situación de carencia, incluso en algunas ocasiones de carencia extrema” .

Por su parte, la integrante del Instituto Nacional de Geriatría, Elizabeth Caro López, expuso que desde este organismo dedicado a la investigación y enseñanza se busca la “construcción de la vejez con un enfoque de derechos y no sólo como etapa de carencias económicas, físicas y sociales”.

“El enfoque de los derechos debe llevar a un cambio paradigmático en este sentido, puesto que promueve el empoderamiento de las personas mayores y una sociedad integrada desde un punto de vista de la edad”, manifestó.

Esto implica que las personas mayores deben ser sujetos de derechos, no sólo beneficiarios, y por tanto deben disfrutar de ciertas garantías y también que se asuma de manera corresponsable respecto a sí mismos, su familia, la sociedad, su entorno inmediato y con las futuras generaciones.

Refirió que tanto el análisis como la propuesta de elaboración de leyes, políticas y programas sociales deben tener en cuenta la existencia de necesidades, pero “principalmente la exigibilidad de los derechos, y por lo tanto la obligación del Estado, las instituciones y el resto de la sociedad”.

Caro López mencionó los retos para volver exigibles los derechos, y para ello destacó la necesidad de revisar la capacidad de las instituciones. Primero, “debemos asegurarnos de la efectividad de los derechos a través de servicios de calidad y oportunos, con recursos económicos, materiales, infraestructura y accesibilidad”. Debemos, además, contar “de manera particular el capital humano suficiente y altamente capacitado, bien remunerado y sensibilizado sobre el proceso de envejecimiento y la vejez”.

Como segundo reto es preciso generar espacios permanentes para promover la participación de la ciudadanía, particularmente los adultos mayores.

Por su parte, la directora de la Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor (Funbam), Celia Ramírez Posadas, llamó a crear “acciones y políticas educativas, laborales y económicas” que tengan en cuenta el envejecimiento de la población individual.

Pidió considerar la totalidad de la vida, “no verla desde una perspectiva sólo de los 60 años, sino como una perspectiva de ciclo de vida” porque “América Latina vive un inexorable proceso de envejecimiento en un contexto de fuertes desigualdades”. El grupo que registra más incremento “entre la población adulta mayor es el de 80 y más años. Para el año 2036 se espera que en América Latina la población de adultos mayores sea superior a la población de 15 años”, adelantó. Enfatizó, asimismo, la feminización del envejecimiento en la Región. En la actualidad existen por cada 100 hombres de 60 años 122 mujeres, cantidad que aumenta cuando se rebasa esta edad, dándose un índice de 142 mujeres por cada 100 hombres.

Fuente: El Universal

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