Montevideo (Uruguay), 9 de julio de 2014. La mayoría de quienes brindan cuidados no remunerados en salud en Uruguay son mujeres, representando el 77%. El 47% de ellas tiene entre 46 y 65 años y el promedio de horas dedicadas a los cuidados es de 53 semanales en la población de hasta 65 años. Así lo afirma la investigación «Cuidados no remunerados en salud: el aporte de las mujeres y las familias al sistema sanitario uruguayo», del área de Sociología de Género de la Universidad de la República.
El estudio, a cargo de la Dra. Karina Batthyány, fue hecho en base a una encuesta de 1.198 casos. Identificaron 210 hogares con cuidados no remunerados en salud y luego lo incrementaron a 300 casos. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe-CEPAL apoyaron esta investigación.
El estudio entiendo por cuidados no remunerados en salud «aquellos cuidados cotidianos que son brindados a personas que tienen su autonomía disminuida debido a enfermedades crónicas o temporales». Incluyen los cuidados de apoyo a la salud en el hogar en casos de enfermedad, los cuidados de salud específicos en el domicilio, las gestiones con el sistema institucional de salud y los cuidados de acompañamiento. Implica, entre otras tareas, la administración de medicinas, la compañía durante internaciones hospitalarias y domiciliarias y la preparación de alimentos especiales.
En la población hasta 65 años las mujeres le dedican más horas que los hombres a estos cuidados: mientras que las primeras le consagran 56 horas semanales, los varones le dedican 44. Los hombres sólo superan a las mujeres en la tarea de hacer las compras de alimentos o medicamentos.
En los hogares donde se realizan estos cuidados en el el 84,7% de ellos esos cuidados son responsabilidad de una sola persona. El 63,4% de los cuidadores notan impactos negativos en sus vidas por dedicarse a los cuidados.
Luego de la presentación, la directora general del Sistema Nacional Integrado de Salud, Elena Clavell, advirtió que «conceptualmente nosotros, como Ministerio, entendemos importante diferenciar los cuidados de la salud vinculados a los procesos de curación, rehabilitación o paliación de la enfermedad, respecto de los cuidados dados a las personas en situación de dependencia, que pueden estar vinculados al ciclo de vida o que son, a su vez, consecuencia de alteraciones patológicas», explicó. Y destacó que «la responsabilidad esencial del sistema de salud como tal es dar respuesta a los primeros», mientras que tratar la dependencia será objeto del plan nacional de cuidados.
Aclaró que esta precisión responde a «un esfuerzo conceptual» por «desmedicalizar» el cuidado y darle «una mayor integralidad en el abordaje». El director de Políticas Públicas del Ministerio de Desarrollo Social, Andrés Scagliola, apoyó a Clavell e indicó que le parece interesante «discriminar las situaciones agudas de las situaciones de dependencia permanente» porque las segundas «son parte del sistema de cuidados» y para las primeras queda «mucho trabajo por hacer». Batthyány aclaró que esa distinción estará hecha en el informe final y podrá analizarse.
El estudio «Cuidados no remunerados en salud: el aporte de las mujeres y las familias al sistema sanitario uruguayo» reveló que «en los sectores más pobres las brechas de género son más pronunciadas». Los datos muestran que en el sector de nivel socioeconómico bajo, el 86% de los cuidadores son mujeres mientras que solo el 14% son hombres. En el nivel socioeconómico medio, el 73,6% de los cuidadores son mujeres y en el nivel alto, el 78,8%.
Fuente: El País