Chiclayo (Perú), 26 de agosto de 2015. Perú celebra hoy el día de sus adultos mayores. La celebración de este día se remonta al 24 de agosto de 1982, en que mediante el Decreto Supremo 050-82-JUS se declaró el 26 de agosto de cada año como el «Día del anciano en el Perú«, norma refrendada por el entonces presidente, Fernando Belaunde Terry , y el ministro de justicia, Armando Buendía Gutiérrez.
Sin embargo, en la actualidad se siguen evidenciando diversas formas de violencia y discriminación contra las personas adultas mayores, quienes además son víctimas de abusos, maltratos y exclusión, tanto por su familia, la sociedad y el Estado. Esta situación tiene su origen en la percepción que tiene la sociedad de la vejez, que considera a las personas mayores como seres pasivos, improductivos, discapacitados y las sociedades modernas son adulto céntricas y privilegian a sus generaciones jóvenes y a los varones. Entre otras causas figura la escasa vigilancia de los compromisos internacionales y regionales asumidos por el estado y la no inclusión de las personas mayores como población explícita en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Ante esta evidencia de vulnerabilidad de los derechos de las personas adultas mayores, y la exigencia de medidas de las instituciones internacionales y nacionales, hay que reconocer que el Estado peruano ha venido implementando una serie de medidas y leyes, tales como la Ley N 28803, Ley de las personas adultas mayores, la política nacional en relación a las personas adultas mayores, aprobada mediante Decreto Supremo 011-2011-MIMDES así como el Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores. De otro lado, se han implementado programas estatales en beneficio de los adultos mayores, como son Pensión 65, Programa Vida Digna y el Plan Vuelve a Sonreir.
Los retos actuales, que implican hacer viable la humanidad, convocan a la construcción de nuevos paradigmas capaces de sentar los cimientos de una convivencia intergeneracional e intercultural que ofrezca igualdad de oportunidades para sus hombres y mujeres, que haga posible vivir con justicia, paz, dignidad y bienestar.
Frente a ello, desde FIAPAM, Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores, se viene trabajando para que las sociedades y sus Estados tomen mayor conciencia sobre el envejecimiento de la población y prevean las implicaciones sociales y políticas que esto tiene, precisó en su visita a Chiclayo la Secretaria Nacional de FIAPAM en Perú, Flor de María Vásquez Samamé. «Asimismo, para que se conciba a las personas adultas mayores como sujetos de derechos y no como objetos de protección«, agregó la Secretaria Nacional de FIAPAM.
Fuente. La Industria