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Montevideo (Uruguay), 8 de enero de 2013. El Seminario “El Piso de protección social: desarrollo conceptual y aplicación en América Latina”, organizado por el Consejo Uruguayo de Bienestar Social-CUBS, se celebró el pasado 6 de diciembre en Montevideo (Uruguay).

El evento contó con el apoyo del Banco de Previsión Social-BPS y la participación de referentes de la sociedad civil, entre ellos el Centro Interinstitucional de Colaboración con el Adulto Mayor-CICAM y Caritas Uruguaya, así como de organismos gubernamentales de Argentina, Brasil, República Dominicana y Uruguay. La actividad refleja el trabajo del CUBS como red de articulación social entre actores diversos de la sociedad civil y gubernamentales, con competencia nacional y local. El seminario ha buscado arrojar luz al hecho de si la conceptualización de Piso de Protección Social elaborada por la OIT e impulsada como meta por la ONU, es una herramienta para la elaboración de programas sociales.

La crisis económica y financiera global ha situado nuevamente en el primer plano la crucial importancia que tienen los sistemas de protección social. En tiempos complejos, las políticas de protección social, además de actuar como estabilizadores anti-cíclicos para la economía, favorecen la mitigación de la caída de la demanda agregada, la reducción de la gravedad de las consecuencias sociales de la crisis, la protección del capital humano y social y una recuperación posterior más rápida. Una de las lecciones de este período es que la protección social contribuye al crecimiento económico mediante el aumento de la productividad laboral, la mayor estabilidad social y la disminución de la pobreza.

Mirtha Crevoisier, Presidenta del Consejo Uruguayo de Bienestar Social, destacó la importancia de los temas a discutir en las distintas mesas, al tratarse de un encuentro de reflexión, debate e intercambio en el que el tema central, el piso de protección social, se desdobló en dos ejes de trabajo principales: la adolescencia-niñez y los adultos mayores.

Ernesto Murro, presidente del BPS, desarrolló algunos de los conceptos centrales por los cuales le parece de real importancia el debate de los temas propuestos en el Seminario, principalmente los avances en materia de protección social que se verifican en la región y en Uruguay. La aprobación a nivel mundial de los Objetivos de Desarrollo del Milenio alcanzó a América Latina en el marco de un nuevo siglo, con nuevas políticas que significan la construcción de un nuevo tiempo, una nueva etapa en su desarrollo, y más cerca del cumplimiento de algunas metas.

Murro subrayó que América Latina tiene una serie de condiciones a destacar, como la expansión de la democracia a nivel continental; años sostenidos de crecimiento económico con re-distribución; la mayoría de los gobiernos de la región ha aumentado el gasto social; hay alrededor de 30 millones menos de pobres, así como millones menos de indigentes; se viene aumentando la cobertura y la protección social, revirtiendo el proceso de deterioro que se daba a fines del siglo XX. A la vez, se están dando nuevas alianzas continentales, con algunos logros, como la consolidación del Convenio Iberoamericano de Seguridad Social. Este convenio permite la aportación y el servicio de jubilaciones en un continente con la mayor tasa de migración interna y externa del mundo. Al momento la mitad de los países tiene el convenio vigente.

El presidente del BPS compartió su reflexión acerca de algunos mitos que se derrumban. “La privatización resuelve todo”. En la aplicación de políticas neolibertales de fines de siglo XX, América Latina empeoró con la aplicación de privatizaciones, no mejoró. Otro mito: “Si aumenta la transferencia de ingresos, aumenta la informalidad”. De hecho, en Uruguay se ha mejorado en la calidad y la distribución del ingreso, así como ha aumentado exponencialmente la formalidad. Si bien es muy importante el salario y el trabajo, hay una serie de obligaciones de protección social que el estado enfrentó respecto a los sectores y personas más necesitados. Otro mito: “El crecimiento económico va a significar un derrame automático para el remedio de las situaciones de desprotección”. Murro enfatizó que el “derrame automático” no existe, que es necesario el desarrollo de políticas públicas específicas, destinadas a asegurar mínimos de dignidad para la vida de las personas.

En este marco general, Murro resume la situación en la expresión “Nunca tantos…”, trabajando (en la actualidad menos de 6 puntos de desempleo), “nunca tantos…” personas cotizando a la seguridad social, empresas inscriptas y aportando (se duplicó la recaudación en 7 años).

En términos de las políticas del BPS lleva 4 años sin necesitar asistencia del estado, valiéndose únicamente de los aportes obrero-patronales, situación que no ocurría tradicionalmente. “Nunca tantos…” beneficiarios de la seguridad social, se duplicaron las jubilaciones, las prestaciones por discapacidad (aumento de 35%), avances hacia la universalidad de la asistencia sanitaria de acá a 2016 (actualmente dos tercios de la población está dentro del Fondo Nacional de Salud).

Entre los desafíos para la nueva etapa sobresale la necesidad de avanzar en un sistema nacional de cuidados. De hecho, es el desafío mayor que muestra el envejecimiento, con mayor representación de mujeres y muchas de ellas en situación de soledad. En ese sentido, las experiencias internacionales son muy importantes para aprender y profundizar.

Por su parte Jorge Ferrando, vicepresidente del Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay-INAU, destacó la importancia del aumento de la inversión en América Latina en el combate a la pobreza y la indigencia. Sin embargo, el 25% de los menores de 18 años están en situación de pobreza. Señaló la importancia de la perspectiva de derechos en el abordaje de los temas, para acercarnos a los temas no por los problemas, sino por los sujetos implicados. En ese sentido, la primera infancia es un tema central, en el que el INAU tiene una experiencia importante y reconocida internacionalmente a través de los centros diurnos y el llamado Plan Caif.

Entre los desafíos a abordar Ferrando identificó dos centrales: por una parte, garantizar el derecho a la educación y el acceso a la misma. Por otra, los problemas de la convivencia social. Las familias están debilitadas en cuanto a lo que tiene que ver con las posibilidades de cuidado. Los cambios en los roles tradicionales también conllevan nuevos desafíos.

Ana Olivera, intendenta de Montevideo, se refirió a la labor de los gobiernos nacionales y locales, y a las políticas sociales. La construcción de las políticas públicas se da en varios niveles y en articulación con diversos actores. Hizo mención a la participación por el CUBS en instancias internacionales, en que se debatió frente a la crisis económica global la necesidad de abordar el tema de “un piso de protección social”. Este piso social tiene que ver con los derechos para todos y el acceso universal a los mismos.

En Uruguay se ha avanzado hacia la profundización de esa matriz, destacando la aprobación reciente de un conjunto de leyes: legislación sobre seguridad social, bajando de 35 a 30 años de aportes para algunos casos; reconocimiento de años por hijo para la jubilación; seguro de desempleo con características distintas para mayores de 50 y más años de edad; nuevo régimen de asignaciones familiares.

La intendenta destacó que, en un contexto internacional en que desde algunos países se está desmontando el régimen de protección social, tenemos que compartir y aportar desde nuestra perspectiva, la cual también es compartida en la región y en particular en el Mercosur, a partir de la aprobación del Programa Estratégico de Asistencia Social (PEAS). Tenemos logros interesantes en los que aportar experiencias, ya sea en resultados como en abordajes.

Fuente: Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social-DIDA

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