San Salvador (El Salvador), 24 de febrero de 2016. Financiar un sistema de reparto con dinero del sistema privado es expropiar el dinero de los ciudadanos y camuflar un problema fiscal, sostiene Santiago Montenegro, en alusión a la reforma del sistema de pensiones que en esta semana presentará el gobierno salvadoreño.
La reforma de pensiones que el gobierno salvadoreño prevé presentar sólo es comparable con la estatización de las pensiones que la ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, realizó en 2008, sostiene Montenegro, economista y actual Presidente de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y de Cesantías de Colombia y miembro de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP).
“Esto se parece mucho a Argentina, que tenía un problema fiscal de caja porque había aumentado mucho el gasto”, ha señalado recientemente el experto en temas previsionales en el marco de una visita a El Salvador.
Con un problema fiscal originado por el excesivo gasto que durante su administración, la ex presidenta Kirchner decidió trasladar a la bolsa estatal unos 30.000 millones de dólares en activos que administraban las AFP. El resultado, recuerda Montenegro, ha sido un problema fiscal más grande del que tenían, y una deuda cada vez más elevada que degrada al país sudamericano como uno de los menos confiables en Latinoamérica.
En América Latina sólo Argentina ha expropiado las cotizaciones a sus trabajadores. El resto de países que han creado un sistema mixto han financiado el sistema público con cotizaciones totalmente separadas de las que se hacen al sistema privado.
En El Salvador, la propuesta gubernamental pretende reabrir el sistema de reparto, pero con fondos del sistema privado, que ya lleva funcionando 17 años.
Enterado de la situación salvadoreña, Montenegro afirma que si el Gobierno pretende reabrir un sistema de reparto, “están dando un paso atrás” y prácticamente, expropiando los recursos de los cotizantes, que han ahorrado durante su vida laboral.
“Esto es como una ilusión. Van a borrar la deuda hoy, pero van a crear una más grande en el mediano y largo plazo. A mí me preocupa muchísimo esto. Es una expropiación de los recursos. Los fondos de los ciudadanos van a desaparecer”, dijo el funcionario colombiano.
¿Y qué dice la gente sobre eso?, pregunta el funcionario colombiano, intrigado por las reacciones que puede generar el tema de una reforma previsional encaminada a un sistema mixto.
Y le intriga más porque en Colombia, el sistema de pensiones es paralelo, no mixto. Desde 1993, entraron al ruedo las AFP y los ciudadanos tuvieron la opción de pasarse a ese sistema de capitalización individual de forma voluntaria, en el cual a la fecha cotizan un aproximado de seis millones de colombianos. Las personas pueden elegir el sistema que quieran, pero sólo cotizan a uno de los dos.
“Se hizo un sistema paralelo porque el hueco fiscal que tenía el gobierno colombiano con el sistema de reparto era gigantesco”, dijo el experto.
En Colombia, como en El Salvador, los ciudadanos cotizaban muy poco, pero los beneficios a la hora de jubilarse eran muy grandes, lo que fue originando un déficit previsional que aún permanece.
Sus cotizaciones van a un fondo común que no se reinvierte y que sólo entrega a los colombianos “una promesa” de que en el futuro se le pagarán las pensiones. En cambio, los que comenzaron a cotizar con el sistema privado han logrado un capital que ha ganado una rentabilidad histórica real del 9%.
A la fecha, el 70% de los ahorros son producto de esa rentabilidad que se ha logrado porque las AFP tienen un régimen de inversiones muy libre, que le permite invertir el dinero en diferentes instrumentos financieros que generan rentabilidad. Además “no tienen eso de que las obligan a invertir en solo un instrumento”, dijo Montenegro en referencia a la obligación que tienen en El Salvador las AFP para invertir el dinero de los trabajadores en bonos y certificados del Estado.
Sobre la cobertura, Montenegro señaló que “éste no es un problema del sistema previsional sino del mercado laboral”. “La mejor reforma de pensiones es la formalización del mercado laboral, que todos tengan trabajo para que todos coticen y haya más dinero”, señaló el experto.
Y agregó que si el Gobierno cree que hacer un sistema de reparto es un castigo a las AFP por el cobro de sus comisiones, en realidad, dijo que “es un castigo para los trabajadores”.
Eficiencia con los fondos
Oscar Cabrera, presidente del Banco Central de Reserva, expresó por su parte que debe existir un debate para encontrar soluciones al problema del sistema de pensiones. Cabrera indicó que hay varios problemas en el actual régimen, como es la baja tasa de cotización y rentabilidad, pero son estos elementos los que “hay que ir debatiendo”.
De igual manera, aseveró que “lo importante es proveer una vejez digna a los trabajadores. Independiente de quién administre los fondos, tiene que ser eficiente en sus costos operativos”. En este último punto, señaló que estos costos operativos deben ponerse en contraste con aquellos que se están pagando en otros países como Chile y Argentina.
Fuente: El Salvador.com
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