Santiago de Chile, 26 de diciembre de 2013. Muchas veces, “tiempo de elecciones” significa “tiempo de promesas”. En este sentido, un tema contingente, dado su aumento como grupo etario, son la tercera y la -por ahora novedosa- cuarta edad.
El envejecimiento de Chile se acelera. Las personas de 75 años en adelante están aumentando y se ven afectados por enfermedades crónicas que afectan su funcionalidad y autonomía. Según el Servicio Nacional del Adulto Mayor-Senama, el 2020 este grupo llegaría a 3.262.160 adultos mayores.
Pero ¿cuáles son las promesas para la tercera y cuarta edad que la presidenta llevará a cabo? Revisando lo propuesto en esta materia, se establecen programas orientados a mantener la autovalencia y evitar el sedentarismo, restituir el bono de invierno para quienes dejaron de percibirlo, extender el programa vacaciones tercera edad y aumentar el número de beneficiarios, disponer de un Fondo Nacional de Medicamentos y una nueva red pública de salud, entre otras iniciativas.
Sin embargo, hoy prima aumentar y mejorar la red de establecimientos para adultos mayores que les permitan continuar con su vida normal o bien recibir los cuidados necesarios. Residencias que cuenten con especialistas que se conviertan en su bastón diario.
La Superintendencia de Pensiones viene hace tiempo advirtiendo que Chile debe abordar el fenómeno de la cuarta edad «que es de alto costo y requiere de muchos cuidados». Donde el rol de un sistema previsional es suavizar la pobreza y la diferenciación de consumo entre la vida activa y la jubilación. Sin embargo, las pensiones actuales están lejos de dar dignidad a quienes se jubilan, más aún si consideramos que la tasa de cotización en Chile es una de las más bajas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Cabe preguntarse y analizar si con las bajas pensiones que hoy recibe el adulto mayor, podrá finalmente éste disfrutar de un descanso después de años de trabajo, recibir la atención de médicos especializados, remedios y tratamientos a precios accesibles. Esperamos que lo que plantea el programa presidencial sobre adultos mayores se implemente en un futuro cercano, ya que la vejez está a la vuelta de la esquina.
Fuente: América Económica