Skip to main content

Granada (España), 10 de abril de 2014. Entrevista a Javier García Monlleó, geriatra del Hospital Universitario de San Rafael-Granada

¿La vejez de hoy es distinta a la vejez de hace unos años?

Hasta hace pocos años la vejez era víctima de una cruel marginación, amenazada por la soledad y la miseria. Muchas veces se pretende ignorar esta situación. Y no era infrecuente asociar la vejez con la enfermedad, pero lo que en un principio se consideraba al envejecimiento en términos de deterioro y degradación con aspectos claramente negativos, hoy en día, esos planteamientos han quedado obsoletos.

Entonces ¿Vejez ya no es sinónimo de enfermedad ni de dependencia?

Con su lucidez y su valentía proverbiales, Simone de Beauvoir encaró éste problema cada vez más acuciante en la sociedad contemporánea: la vejez. Su libro nos llevó a reflexionar y a admitir que tienen las mismas necesidades, los mismos derechos que los demás. Aparece de esta manera, un nuevo concepto de envejecimiento asentado en la magnífica calidad de vida que presentan muchas personas mayores. Esto es debido, en gran parte, a los avances de la medicina, el mayor nivel cultural de la población y al espectacular cambio de la esperanza de vida, es decir, el promedio de tiempo que podemos esperar vivir, que ha aumentado de forma considerable. Por tanto, la conceptualización actual del envejecimiento no se entiende como un proceso involutivo, con regresión a estadios anteriores, sino como una evolución asociándolo a un período de crecimiento y desarrollo, y priorizando la experiencia de la persona mayor. Y aunque el proceso de envejecimiento conlleva cambios fisiológicos, psicológicos y sociales, esto no significa que la vejez sea sinónimo de enfermedad y dependencia.

¿Qué enfermedades amenazan hoy a los mayores?

El proceso de la vejez determina algunos cambios físicos y psicológicos en los individuos, por lo que es muy común que se presenten con más regularidad diversas enfermedades como las crónico-degenerativas. Algunas de las enfermedades más comunes que sufren las personas mayores son: artrosis, cataratas, demencias, Alzheimer, Parkinson, y lo que los geriatras denominamos los grandes síndromes geriátricos: inmovilidad, úlceras, inestabilidad y caídas, incontinencia urinaria y fecal, demencia y síndrome confusional agudo, infecciones, desnutrición, alteraciones en vista y oído, estreñimiento, insomnio, depresión, polimedicación y iatrogenia, etc.

¿Qué puede hacer una persona de edad para disfrutar la vejez?

En esta etapa de la vida es bueno pensar en ayudar a otros o en ser parte de una organización o voluntariado, podemos ser más felices si pensamos en ayudar a los demás. Procurar todo aquello que lo haga sentirse cómodo con las vivencias por las que está pasando. Es bueno contar la propia historia de vida y sus experiencias. No olvidar las habilidades aprendidas durante toda la vida, todo aquello que antes les gustaba, como oír música, cocinar, leer, caminar, cantar, entre otras actividades y que por falta de tiempo no se han podido realizar. Es necesario ver el envejecimiento como una etapa de crecimiento y no como una etapa de declive. Las sensaciones de tristeza resultarán peor para afrontar las posibles enfermedades. Así pues, a la vejez hay que llegar sin miedos, pero conscientes de los cambios naturales por los que pasa el organismo.

¿Hay suficientes geriatras para atender a la población de personas mayores?

Los cambios que ocurren normalmente con la edad, modifican la forma de presentación de algunas enfermedades y métodos terapéuticos. Existen algunos aspectos distintos y propios de la senectud que tanto las personas que tienen a su cargo el cuidado de ancianos como los médicos que realizan su atención, deben conocer y por tanto estar formados en estas peculiaridades de la vejez. Las caídas, por ejemplo, pueden ser la expresión inicial de una enfermedad neurológica o cardíaca y no de un simple accidente. La geriatría y la gerontología es la rama de la medicina que se dedica a la atención de los ancianos, ya sea para revisiones periódicas o durante cualquier enfermedad.

Avances y calidad de vida

¿Qué avances en geriatría considera relevantes en estos últimos tiempos?

Existe unanimidad en aceptar que una de las características más relevantes del último siglo ha sido, sin duda, la relativa al envejecimiento poblacional. Se trata de un fenómeno continuado, espectacular en su complejidad, que se va a mantener durante el siglo actual, que es universal en su distribución geográfica, y cuyas consecuencias se vienen manifestando y lo van a hacer cada vez en mayor medida a muy diferentes niveles.

La vejez es una etapa más de la vida que requiere de atención especial, de esto se encarga la geriatría, de ver los problemas de las personas mayores y con los avances de la ciencia y la tecnología médica, no solamente se ha logrado mejorar la calidad de vida de la mayoría de las personas, sino también identificar y controlar enfermedades que antes eran mortales en edades tempranas y por supuesto en la población anciana inexorablemente. El papel de la geriatría consiste en tratar de prevenir o minimizar la pérdida de independencia para las actividades de la vida diaria, muy especialmente en relación a los ancianos más frágiles que padecen una o varias enfermedades.

Un aspecto importante de la geriatría es que una persona puede ser atendida de forma multidisciplinar (geriatras, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, trabajador social, etc.) por nuestra metodología de trabajar en equipo y de realizar una valoración geriátrica integral que aborde no solamente los problemas clínicos o médicos, sino también los aspectos funcionales, mentales y sociales, que nos permite trazar un plan de actuación y muchas veces evita confusión en medicamentos, tratamientos, alimentación y otros aspectos importantes para el cuidado de la salud integral.

Recetas para envejecer

¿Hay que saber envejecer? ¿Qué pasos debemos seguir para envejecer con calidad de vida?

Para favorecer el envejecimiento saludable es necesario mantener y cuidar la salud, sin hábitos tóxicos (tabaco, alcohol), haciendo ejercicio físico, realizar una dieta adecuada etc, y al mismo tiempo mantener ágil la actividad mental, no sólo a través de las actividades más cotidianas sino realizando programas de entrenamiento cognitivo para personas mayores.

El envejecimiento activo pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable, participativa y segura. El envejecimiento activo significa dar a las personas mayores, la posibilidad de participar plenamente en la sociedad. Permitirles contribuir activamente a través del voluntariado y de programas intergeneracionales y facilitarles vivir con independencia adaptando la vivienda, las infraestructuras, la tecnología, el transporte, etc.

Si el colectivo de personas mayores es un tercio de la población ¿Por qué hay tan pocos geriatras en los centros sanitarios?

De acuerdo a las estadísticas poblacionales, cada año va creciendo el número de personas mayores de 65 años lo que requeriría en muchos casos una atención especializada en geriatría. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, se prevé que el envejecimiento de la población continúe en ascenso con una aceleración a partir de 2025 llegando a los 15 millones de personas mayores de 65 años en España, es decir, el 32% de la población. Esta nueva situación de población envejecida supondrá un gran reto debido a las nuevas demandas que ello conllevará. Concretamente en nuestra Comunidad, donde no existe actualmente la formación en Geriatría ni está contemplada en la Cartera de Servicios de nuestro Sistema de Salud Público, nos explícita el Estatuto de Autonomía para Andalucía, en su Artículo 22 referente a los derechos en Salud, en la letra k): Recibir asistencia geriátrica especializada. En estos momentos, son médicos de atención primaria y otros especialistas los que atienden a los ancianos, pero esta situación no es la ideal según la experiencia y como se ha evidenciado en otros países y comunidades de nuestro entorno.

¿Cuál es el secreto de la longevidad?

Lo más importante es darle vida a los años, no años a la vida, jubilarse del trabajo no es jubilarse de la vida; decía Ingmar Bergman que «Envejecer es como escalar una montaña, mientras se asciende las fuerzas menguan pero la mirada se hace más libre y serena». Saber envejecer depende de infinidad de factores, no sólo de la herencia biológica. Pero una máxima de sentido común prima sobre cualquier otra: para envejecer saludablemente hay que vivir saludablemente. Y saber adaptarse y sacar partido a esta etapa de la vida. Prevenir el deterioro físico y psíquico que conlleva el paso del tiempo, evitar la decrepitud a la que puede conducirnos la prolongación de la edad, conseguir dar calidad de vida al paso de los años es, sin duda, el objetivo fundamental.

Más medios y recursos

¿Qué retos tiene la sociedad española con las personas mayores?

La creciente longevidad en los países en desarrollo está produciendo un aumento importante de la prevalencia de las enfermedades crónicas (cardiovasculares, demencias, ictus, etc.) y de la discapacidad relacionada con ellas, a menos que mediante medidas preventivas se logre compensar las tendencias demográficas, al crecer la población anciana, los problemas de salud de las personas de edad, tendrán mayor importancia desde los puntos de vista médico, social y económico, sin estar nuestra sociedad preparada para abordar y dar respuesta correcta a estas necesidades y demandas que nos hacen las personas de mayor edad, por ello opino que los poderes políticos y responsables de la gestión y planificación sanitaria tendrían que facilitar los medios y recursos para que se puedan llevar a cabo esta respuesta a las necesidades planteadas, cuestión que en los tiempos actuales está bastante deficiente.

Después de tantos años dedicados a la Geriatría y a atender a las personas mayores ¿Ha llegado a alguna conclusión válida?

Mis últimos 25 años de profesión médica los he dedicado a la geriatría fundamentalmente. Esta vocación (porque creo que así lo es) me la inculcó el profesor de la Higuera Rojas y la he podido desarrollar plenamente en el Hospital San Rafael de los Hermanos de San Juan de Dios en Granada, donde dando respuesta a una necesidad socio-sanitaria de Granada para atender a la población más desfavorecida (ancianos, transeúntes, cuidados paliativos, etc, muy de acuerdo con el Carisma de San Juan de Dios) se fueron creando prácticamente todos los niveles asistenciales de la geriatría: unidad de agudos, unidad de convalecencia y media y larga estancia, hospital de día geriátrico (unidad de Alzheimer), hospitalización domiciliaria, cuidados paliativos, etc. Por todo ello estoy muy satisfecho de mi vida profesional. Durante este tiempo he podido observar y aprender mucho de las personas mayores y he dado todo lo mejor de mí para hacerles la vida lo más agradable posible, entender que su atención precisa conocimientos específicos como una especialidad de la medicina geriátrica. Pero les aseguro que se recibe más por parte de ellos.

¿Qué supone para Granada tener el único Hospital Geriátrico de Andalucía?

El Hospital Universitario San Rafael ha sido pionero en esta asistencia geriátrica, implementando un modelo asistencial basado en el trabajo multidisciplinar en equipo, con cinco especialistas en geriatría intentamos dar respuesta en parte a las necesidades provinciales de este sector poblacional, con un valor sobreañadido que destacaría, seguir los principios ideológicos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que hemos de tener siempre presentes, comenzando por la humanización asistencial, el respeto a la dignidad del enfermo como característica esencial de nuestra actuación, la protección y promoción de las personas con minusvalías, físicas, sociales, mentales y psicológicas, la promoción de la salud y la lucha contra el dolor y el sufrimiento, atendiendo especialmente a enfermos crónicos y terminales, respetando igualmente todos los principios actualizados de la Bioética. Todo esto sin olvidar que nos encontramos en un período difícil donde la gestión, organización y aplicación de recursos debe buscar el equilibrio entre la competencia técnica y tecnológica para no quedar desfasados, la profesionalidad y los valores, y así garantizar que la asistencia a enfermos y necesitados sea de alta calidad y calidez según el estilo de San Juan de Dios.

Fuente: ideal.es

Leave a Reply