Guadalajara (México), 15 de julio de 2015. Jesús Agustín tiene poco más de 65 años y es chofer. En la empresa en la que trabaja no tiene prestaciones ni seguro social. Los casi tres mil pesos al mes que recibe son insuficientes para pagar la renta y solventar los gastos familiares. Aunque cumple con la edad para jubilarse, no cuenta con el tiempo de cotización requerido para su jubilación.
Ante la necesidad de obtener más ingresos y completar el tiempo para retirarse, en sus lapsos libres, aprovecha para ir a tocar puertas en busca de un nuevo empleo; sin embargo, su edad es un impedimento.
Según la Primera Consulta Guadalajara Amigable con el Adulto Mayor 2015, el 72% de los adultos mayores considera que no existen empleos adecuados para este colectivo, mientras que el 68% de las personas adultas mayores señala que en la capital del estado su edad sí es un impedimento para encontrar trabajo.
La falta de cultura y respeto a este sector ha alimentado la discriminación laboral, en el que no se reconoce la experiencia y conocimiento del adulto mayor por el estereotipo establecido a estas personas, informó Luis Cisneros Quirarte, director del Instituto Jalisciense del Adulto Mayor (IJAM).
Cuatro de cada 10 adultos mayores de Guadalajara, capital del Estado de Jalisco, que ingresaron a la tercera edad tuvo la necesidad de buscar un trabajo. De ellos el 60% no logró obtener un empleo, 30% lo obtuvo y el 10% casi siempre lo encontró, de acuerdo con la consulta.
“Cuando un adulto deja su empleo por voluntad propia o por despido, difícilmente, puede conseguir otro trabajo y, menos, bien remunerado ya que las ofertas que se encuentran en los medios impresos o en internet están dirigidas a gente joven, casi siempre no mayor de 30 años”, expresó Cisneros Quirarte.
En la encuesta, levantada a 420 adultos mayores en siete puntos de Guadalajara, se le cuestionó sobre las posibles soluciones que debería llevar a cabo dicho municipio para mermar esta situación.
Según los resultados, el 52% de los adultos mayores recomendó promover la preferencia laboral y trabajos preferenciales a este sector, como el Programa Mano con Mano. Un 16% reclamó mayor intervención por parte del gobierno e incentivos en empresas para la contratación de adultos mayores, así como modificaciones legales en el régimen de pensiones. Un 12% solicitó aprovechar experiencia de los adultos mayores para capacitar a jóvenes en empresas y en oficios como carpintería y fontanería. Un 10% pidió programas de capacitación para el autoempleo.
Ante esta situación, Cisneros Quirarte señaló que se trabaja en el diseño de un plan de acción que permita revertir esta situación en un lapso no mayor a tres años, esto como parte de los objetivos establecidos en la Red de Ciudades Amigables con los Adultos Mayores.
Carecen de jubilación y pensión
Tres de cada diez adultos mayores no cuenta con jubilación o pensión, mientras que siete de cada 10 cuenta con algunos de los anteriores.
Cisneros Quirate refirió que no todos los adultos pueden jubilarse, porque no todos tienen los años requeridos y “las empresas no les quieren dar un empleo porque piensan que no les serían rentable y sería un costo adicional el asumir la pensión”.
“Muchos empleadores tienen esa noción equivocada de que ellos tendrían que pagarles, pero la aportación patronal que les corresponde es únicamente por los años que colaboren en la empresa”, resaltó.
Pese a esto, quienes no están afiliados a un sistema de pensiones y no tienen ingresos por jubilación se ven en la necesidad de buscar trabajo. La mayoría lo encuentra en la informalidad “trabajando como empacadores voluntarios, cerillos en súper mercados precisamente por la carencia de un plan de pensiones”, indicó.
Cisneros invitó a las empresas a eliminar los estereotipos y etiquetas de los adultos mayores y no dudar de la capacidad y conocimientos que este sector puede sumarle a las empresas.
Fuente: El Pluvímetro