Ciudad de México, 18 de marzo de 2014. Según ha advertido el Banco Mundial en su informe «Más allá de las pensiones contributivas», aunque el Gobierno Federal ha hecho esfuerzos para mejorar la cobertura social de sus habitantes, principalmente la de adultos mayores, en el proceso de cambio demográfico se corre el riesgo de tener una población desprotegida. El organismo detalla que en México la población de adultos mayores aumenta a consecuencia del cambio demográfico y que “en este proceso se corre el riesgo de tener una creciente población desprotegida frente a diversos peligros, como son la disminución de su flujo de ingresos o debido a enfermedades o accidentes”.
El organismo internacional añadió que los diversos programas contributivos de la seguridad social han mostrado serias limitaciones para extender su cobertura a parte importante de esa población, para lo cual tampoco ayuda la existencia de un creciente sector informal en la economía.
Si bien las autoridades han creado y expandido diversos programas de protección social no contributiva, como el Seguro Popular y el programa «70 y Más» (ahora «65 y Más»), el Banco Mundial indicó que éstos no pueden ser considerados una solución permanente y estable a esta problemática si no se replantea su diseño y funcionamiento en un contexto integral de reforma a la seguridad social.
El estudio del Banco Mundial reconoció que además el diseño de algunos programas de protección social han terminado por contribuir a incentivar una creciente informalidad, lo que retroalimenta y agrava el problema.
“Esto ha conducido a conformar un sistema dual de seguridad y protección social. Independientemente de que parte de la solución requiere que se corrijan otros problemas estructurales de la economía y se alcancen mayores tasas de crecimiento, es necesario replantear el diseño de los programas de protección social existentes para eliminar la segmentación y la heterogeneidad en la provisión de sus servicios”, detalló el estudio.
El análisis del Banco Mundial añadió que los programas de seguridad social deben garantizar y satisfacer criterios de equidad, solidaridad, corresponsabilidad, pluralismo y sustentabilidad sin generar distorsiones que incentiven la informalidad y afecte el funcionamiento del mercado laboral.
Fuente: Vanguardia