Brasilia (Brasil), 22 de marzo de 2014. La tecnología de teleasistencia que se ha desarrollado en España desde la década de los 80 ha comenzado a ser implantada ahora en Brasil, país que actualmente tiene unos quince millones de adultos mayores que viven cada vez más solos.
«Queremos dar apoyo, amparo y tranquilidad para ellos, pero también para sus familiares», ha declarado Bertrand Douet, director de la empresa ACTO, pionera de los servicios de teleasistencia en Brasil y que tiene como socio tecnológico en el país al Grupo Neat de España.
Neat, que comenzó a desarrollar sus servicios de teleasistencia en España en 1988, actualmente opera también en Alemania, Argentina, Australia, Suecia, Suiza y otra veintena de países, y ha puesto al servicio de ACTO la tecnología de telecomunicaciones que desarrolló en las últimas dos décadas.
Douet ha explicado que ACTO comenzó sus operaciones en Brasil el pasado mes de enero desde un centro piloto instalado en el municipio paulista de Ribeirao Preto, pero ha indicado que está en vías de ampliar su presencia a otras ciudades del país. El proyecto de ampliación se concentra, inicialmente, en el estado de Sao Paulo, el más rico e industrializado de Brasil y que tiene una población cercana a los 45 millones de habitantes.
Los planes del grupo ACTO ya han sido presentados a las autoridades del Ministerio de Salud de Brasil y a «decenas» de municipios paulistas, que han mostrado su interés en incorporarlos a sus programas sociales como un nuevo servicio de utilidad pública.
ACTO también ha establecido un acuerdo con el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, un centro de referencia en tratamiento contra el cáncer, mediante el cual se facilita el proceso de alta de muchos pacientes que han pasado por tratamientos de oncología.
«Los pacientes pasan a ser acompañados por los operadores del servicio de teleasistencia y pueden regresar antes a sus hogares», ha apuntado. «De esa manera se reducen los riesgos de infección hospitalaria y el tiempo de hospitalización, así como los costes para los propios hospitales y para los pacientes», ha agregado Douet.
Los usuarios son dotados con dispositivos de telecomunicaciones que pueden ponerlos en contacto de inmediato con una central de atención para alertar sobre problemas de salud o cualquier episodio doméstico, como pudiera ser un escape de gas o incluso un asalto.
Según datos oficiales, Brasil tiene hoy unos quince millones de personas con más de 65 años, pero las proyecciones apuntan a que esa franja de la población llegará a unos 34 millones en 2020 y saltará a 48 millones en 2030.
Un estudio divulgado en 2011 por el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) desveló otra preocupación respecto a la población adulta mayor, y es que unos cinco millones de mayores viven completamente solos.
«Esas personas no solamente tienen necesidades médicas, sino que también muchas veces tienen necesidad de conversar con alguien y ser escuchados», para lo cual también es útil la teleasistencia, ha explicado Douet. «Se trata de una atención personalizada, ofrecida por personal especializado en el trato con personas mayores, y que supera las barreras de la asistencia médica, para ser una suerte de consultorio psicosocial», ha agregado.
«Los telefonistas están preparados para atender a los ancianos aún en esas situaciones, con la paciencia y cariño que muchas veces les falta», indicó Douet.
Asimismo, se trazan perfiles individuales de los usuarios y, si estos lo desean, pueden hasta recibir una llamada para «recordarles que a esa hora deben tomar una medicina» o que en la televisión está por comenzar su programa favorito, apuntó Douet.
Fuente: La Información