Bogotá (Colombia), 28 de septiembre de 2015. Aunque parezca reiterativo, es preciso tocar nuevamente este tema. Debemos prestar mayor atención con el trato que se da a los mayores. Siembre para que cuando le llegue el turno recoja, porque a no ser que muera antes también le llegará, y usted será una persona mayor. Con seguridad, la forma como se comportan hoy con sus mayores, hará que quienes están en su entorno lo acojan y lo traten de una u otra manera cuando llegue su momento. Por ello, “Trate a los mayores de la forma como usted espera que lo hagan cuando llegue a esa edad”.
Es lamentable observar un trato descomedido con los adultos mayores, se olvida que ellos requieren un trato especial. Es igualmente triste observar cómo al interior de las familias esto ocurre sin que los padres reclamen a sus hijos por un trato respetuoso para los mayores. Tal parece que muchos olvidan que ellos dedicaron su vida a cuidarlos, atenderlos y procurarles bienestar. También hay familias donde los ignoran o los tratan con absoluta falta de afecto y respeto; les fastidia la manera en que comen, la forma de hablar o el hecho de que no escuchen bien, que olviden las cosas o se muevan con lentitud.
Revise su actitud y comportamiento y el de su familia. Es injusto y, por supuesto, usted no lo quiere para sí mismo, tenga en cuenta los siguientes aspectos:
- Tenga calma, entienda que su ritmo ha cambiado, el caminar despacio da seguridad y evita riesgos de una caída que puede ser grave. Evite apresurarlos.
- No se impaciente cuando se tomen más tiempo para hacer algo que usted considera muy sencillo, ellos requieren de unos segundos más que los jóvenes para moverse
- Hábleles preferiblemente de manera que le vean la cara, bien vocalizado y un poco más fuerte, pero no los grite.
- No se disguste si debe repetir lo que les dice o pregunta, recuerde que deben hacer un mayor esfuerzo para oír.
- Es natural que con el paso de los años se demoran unos segundos más en responder, espere un momento; o si percibe que no le entienden rápidamente lo que usted dice, no se disguste repítalo más despacio.
- No se moleste si repiten esas historias muchas veces, es su forma de recordar el pasado. Su experiencia de vida es enriquecedora para los menores y con seguridad tienen muchas historias valiosas para recuperar o puntos de vista interesantes.
- Expréseles afecto y demuéstreles con frecuencia que los quiere. Es cuando más necesitan de ternura. Ofrézcales una sonrisa, el brazo para apoyarse, un abrazo, una frase amable o cariñosa, un beso.
- No subestime ni ridiculice lo que dicen y, mucho menos no se burle de ellos, así no esté de acuerdo con sus ideas y le parezca totalmente pasadas de moda. Respete sus conceptos.
- Respete sus pertenencias, son parte de sus afectos y desea tenerlos cerca. En todo caso, pida su opinión para tomar decisiones sobre los elementos que ellos conservan y a los cuales les tienen afecto.
- Comparta con ellos, inclúyalos en los programas familiares, ellos aún están vivos. No los aísle
- Atiéndalos ahora, no espere que hayan fallecido para enviarles flores y acompañarlos a su funeral.
Fuente: El Nuevo Día