En materia de protección de derechos humanos avanzar, jamás retroceder

Ciudad de México, 6 de junio de 2014. Los participantes en la mesa de debate sobre “Autonomía, capacidad legal y toma de decisiones en la vejez”, celebrada el pasado día 4 en al marco del II Foro Internacional sobre los derechos humanos de las personas mayores, solicitaron que en el Proyecto de Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos de las Personas Mayores (proyecto a cargo de la Organización de Estados Americanos y que podría adoptarse en 2015) se incorpore la opinión de los adultos mayores en el diseño de políticas públicas a su favor, que garanticen su autonomía y toma de decisiones. Los ponentes hicieron suyo un reclamo de los adultos mayores: “Nada sobre nosotros sin nosotros”, por tratarse de los actores involucrados, primordiales.

En materia de protección de derechos humanos se puede avanzar y perfeccionar, pero jamás retroceder, bajo ningún precepto, coincidieron al resaltar que el Estado tiene la obligación de realizar una consulta antes de elaborar cualquier ley que involucre a las personas mayores.

Rodrigo Jiménez, codirector de la Fundación Justicia y Género de Costa Rica, dictó la conferencia “Capacidad legal y toma de decisiones”, en la que se manifestó por eliminar el modelo de ejercicio del poder mediante el control que limita la toma decisiones de las personas mayores y de otras edades, como ocurría con las personas con discapacidad de Costa Rica.

Para garantizar el ejercicio de los derechos humanos de las personas mayores, destacó la importancia de dotarlas de autonomía total en materia jurídica, y de erradicar la violencia física, psicológica, la amenaza, el temor grave y mal grave, que se ejerce sobre mujeres y hombres adultos mayores y que influyen en la toma de decisiones personales. A esto añadió que las personas no pierden necesariamente sus capacidades por tener una edad avanzada.

En su turno, Rebecca Schleifer, especialista en salud y derechos humanos de la Sociedad Global de Justicia de Salud de Yale (Estados Unidos), señaló la necesidad de reconocer la personalidad jurídica y la autonomía de los adultos mayores para vivir su propia vida, de acuerdo a razones y motivos que se adoptan como propios y que no sean fruto de la manipulación o de fuerzas externas. También pidió que se les otorguen derechos específicos, que los protejan y que atiendan sus necesidades básicas y coincidió con Rodrigo Jiménez en que “el envejecimiento no implica discapacidad”.

En la mesa de debate sobre Xabier Etxeberría, catedrático de Ética de la Universidad de Deusto (España), manifestó que es necesaria la autonomía en la ancianidad y la independencia frente a la dependencia, inclusive la autonomía acompañada. La autonomía con sus luces y sombras, que acredite que valió la pena la vida que se vivió, precisó al afirmar que la vejez merece una atención especial.

El catedrático de Ética de la Universidad de Deusto Xabier Etxebarria manifestó que es necesaria la autonomía en la ancianidad y la independencia frente a la dependencia.

Etxebarria subrayó que al Estado corresponde proporcionar todos los servicios necesarios, a través de las instituciones públicas, que garanticen el bienestar y la tranquilidad de las personas mayores.

En la mesa “Experiencias Nacionales sobre Derechos Humanos de las Personas Mayores” participaron Gustavo Fallas, asesor Jurídico del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor-CONAPAM (Costa Rica), y Susana Torres, delegada del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores-INAPAM en el Distrito Federal.

Fallas se refirió al programa de vivienda bajo la modalidad de albergues, con una enorme tramitología, que resultó un fracaso en Costa Rica, por considerar que sólo estaba dirigido a adultos mayores pertenecientes a la clase media y que dejó en el abandono a los sectores en condiciones de pobreza y pobreza extrema.

Ese modelo, comentó, fue reemplazado por un programa de vivienda comunitaria, que se financia con fondos públicos, provenientes del Impuesto Sobre la Renta y otras contribuciones federales, y está dirigido a personas de 65 años en adelante, que vivan solas o en pareja. Este nuevo sistema habitacional se caracteriza porque no tiene barreras arquitectónicas, son seguras, cómodas y estimulan las relaciones grupales, en lugar de aislar a los vecinos. Así, añadió, se proporciona un hogar seguro, en paz y en comunidad.

Durante su participación, Torres Hernández informó sobre las acciones que realiza la institución que representa e hizo referencia al proceso de credencialización a través de la emisión de una “tarjeta inteligente”, a partir de 2013, con la intención de elaborar un padrón único de beneficiarios de los programas sociales a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social federal. Por su importancia, mencionó que se estableció una red de vinculación laboral dirigida a los adultos mayores, previa capacitación y firma de los respectivos convenios con la parte contratante.

Fuente: Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal

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