Los derechos humanos de las personas mayores (II)

La Habana (Cuba), 19 de septiembre de 2014. Por Dora Amador (periodista). El poder de la sociedad civil en los países democráticos de sólida trayectoria institucional logra lo que se proponga si sabe organizarse y actuar con eficiencia. Es una de las cosas que me maravillan de las naciones que gozan de plena libertad. La fuerza que pueden ejercer los ciudadanos para cambiar las cosas injustas o mejorables en su país para el bien común.

Pongo como ejemplo el tema que traté la semana pasada y que por ser de tanta importancia y relativamente nuevo en la conciencia colectiva de la sociedad actual merece más espacio y difusión: los derechos humanos de las personas mayores.

Es de destacar que El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha nombrado por primera vez en mayo del 2014 a una Experta Independiente para el disfrute pleno de los derechos humanos de las personas mayores. Esto es alentador, ya que se trata del primer mecanismo internacional dedicado a los derechos humanos de las personas de edad, que permitirá profundizar la comprensión sobre los desafíos que enfrenta este creciente segmento poblacional. El nuevo cargo lo ocupa la chilena Rosa Kornfeld Matte, ex directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor en Chile-SENAMA. Kornfeld tiene una vasta experiencia en el mundo académico; trabajó por más de veinte años en el programa del adulto mayor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, del cual fue directora y fundadora. De acuerdo con las Organizaciones No Gubernamentales y otras entidades, sus conocimientos y experiencia profesional en gerontología, política social y derechos humanos le permitirán ser altamente eficaz en términos de avance normativo, comprensión y aplicación práctica en un área de los derechos humanos que hasta ahora ha recibido muy poca atención dentro del sistema internacional de derechos humanos.

Pongamos un ejemplo ilustrativo. En estos momentos se halla en su 27º periodo de sesiones la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que se inició el 8 y terminará el 27 de septiembre del 2014.

Hay diez organismos de tratados de derechos humanos que supervisan la aplicación de los tratados internacionales de derechos humanos: Comité de Derechos Humanos; Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial; Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer; Comité contra la Tortura; Subcomité para la Prevención de la Tortura; Comité de los Derechos del Niño; Comité sobre los Trabajadores Migratorios; Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; Comité contra la Desaparición Forzada. Sobre estos temas y otros de carácter nacional, de resolución de conflictos, guerras, corrupción, etc. se trata en esta sesión actual. ¿Dónde se halla la urgente discusión de los temas vitales para las personas de edad? En ninguna parte.

Pero se hace camino al andar, y va adelante el proyecto espontáneo de organizaciones civiles para que las nuevas generaciones y las mismas personas de edad cobren conciencia de su dignidad, sus derechos inalienables y los recursos que tienen a su alcance para reclamarlos y que les sean respetados.

“Pasar del discurso a la acción no es siempre fácil, pero hay establecido un marco y ciertas convicciones personales que dirigen la acción en pos de la promoción, protección y defensa de los derechos humanos de las personas de edad”, expresó en su primera intervención, este mes, ante Naciones Unidas Kornfeld.

Dijo que existe la urgencia de fortalecer mecanismos que faciliten la posibilidad de que las personas de edad puedan ejercer su autonomía, y los servicios que prevengan y/o retarden la dependencia, el concepto de envejecer en casa o donde la persona elija. Afirmó que en su primer informe al Consejo de Derechos Humanos, que se publicará en estos días, “compartiré lineamientos acerca de algunos temas, entre ellos el derecho a la igualdad y a la no discriminación por motivos de edad, el reconocimiento de la autonomía de las personas de edad y la prevención de todas las formas de violencia y abuso”. Otra de sus prioridades es la toma de conciencia sobre los derechos humanos de las personas de edad, creando sensibilidad a través de los problemas que los afectan. Y velar porque reciban información de sus derechos, ya que por medio de éstos podrán involucrarse en la construcción y protección de sus vidas.

¿Llegará el día en que tener 50 años no sea un impedimento insalvable para conseguir trabajo? ¿En que se acabe de verdad la discriminación, la burla, la marginación hacia ellos y ellas? Yo creo que sí, pero habría que empezar por la no subestimación frente a un espejo o un horizonte terrenal que desaparece ante nuestros ojos.

He hablado solo de lo social, pero esta etapa tiene su propio valor y sentido espiritual con sus desafíos. Es una tarea espiritual a la cual nos debemos acercar a medida que envejecemos. Y esto es lo más importante.

Fuente: El Nuevo Herald

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