La Paz (Bolivia), 8 de octubre de 2012. Latinoamérica y el Caribe envejecen a un ritmo mayor que los países desarrollados y un cuarto de la población de la región tendrá más de 60 años a mediados de este siglo, según un informe publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA). Se calcula que el número de sexagenarios, que actualmente es de 63,1 millones (un 10 % de la población total), se triplicará y llegará a los 187 millones en un horizonte de 38 años.
Esa cifra representará un 25 % de la población total, es decir, la misma proporción que se observa actualmente en los países desarrollados, precisa el informe titulado «Envejecer en el siglo XXI: una celebración y un reto».
Los países con mayores tasas de población sexagenaria en 2050 serán República Dominicana (39,2 %), Puerto Rico (31,5 %), Chile (30,3 %), Costa Rica (29,8 %) y Brasil (29,0 %). Por el contrario, Guatemala sólo tendrá un 11,7 % de personas mayores de 60 años, mientras que se calcula que en Bolivia, Haití y Paraguay las tasas serán del 14,8, el 15,3 y el 17,5 %, respectivamente. En relación a los mayores de 80 años en la región, se estima que en 2050 representarán el 5,5 % de la población total, frente a un 1,6 % actualmente. En Europa, los octogenarios serán el 9,3 % ese mismo año, más del doble del 4,4 % de hoy en día.
Descenso de fertilidad
La experta de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa (UNECE) -organismo que colaboró en la elaboración del informe-, Vitalija Gaucaite, explicó que las principales razones del rápido envejecimiento de la población latinoamericana y caribeña son «el descenso de la fertilidad, los movimientos migratorios y la mayor la esperanza de vida».
Si las tendencias demográficas se mantienen, la ONU calcula que el número de personas mayores superará al de niños en 2036 en América Latina y el Caribe, aunque el ritmo de envejecimiento varía considerablemente según el país.
Sistema de pensiones
Ante esta problemática, el informe defiende la necesidad de contar con sistemas de pensiones y una cobertura de salud que considere los requerimientos de las personas mayores, así como con políticas de integración social y contra la discriminación en el mercado laboral.
En este sentido, Gaucaite lamentó la disparidad de las políticas públicas ante la evidencia del envejecimiento de la población y destacó el caso de Brasil, «donde existe un sistema social muy bien desarrollado para atender los mayores».
Los autores del informe lamentan que en gran parte de países latinoamericanos y del Caribe la mayoría de las personas mayores no tengan acceso a una pensión. Sin embargo, destacan los esfuerzos de Brasil, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Perú para ofrecer «protección social a los mayores» y aumentar la cobertura del sistema formal de pensiones.
Menciona, como ejemplos, los casos de Belice, Guatemala, Bolivia, Panamá, El Salvador, Perú y, más recientemente Venezuela, que empezaron a ofrecer algún tipo de asignación -aunque modesta- a los mayores en los últimos años.
Algunos datos.
Según la Organización de Naciones Unidas, la población mayor de 65 años va en crecimiento. Así, en 2010 había 110 millones de mayores de 65 años. En 2020, serán 166 millones, y 229 en 2030. Este incremento se mantendrá los siguientes decenios: en 2040 habrán 317 millones de mayores de 65 años, 331 en 2050 y 357 millones en 2060.
Consecuencias.
Naciones Unidas advirtió que el mundo necesita hacer más para prepararse para las consecuencias del rápido envejecimiento de la población, particularmente en los países en vías de desarrollo.
Un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas dice que en diez años, el número de personas mayores de sesenta años sobrepasará los mil millones. Para 2050 habrá más personas mayores de 60 que jóvenes menores de 15.
Naciones Unidas dice que el mundo necesitará nuevos enfoques en temas como el cuidado de la salud o el empleo para afrontar las realidades de la demografía del siglo XXI.
Invertir en la gente mayor
El Fondo de Población de la Organización de las Naciones Unidas (UNFPA), en su informe hace un llamamiento a los gobiernos, la sociedad civil y la opinión pública para que trabajen de manera conjunta con el objetivo de «terminar con las prácticas destructivas e invertir en la gente mayor».
Para Sylvia Bales, de la ONG HelpAge, hay que romper también con la percepción de que los mayores son una carga para la sociedad. Según Bales, esta idea es completamente equivocada, porque en muchos casos son estas personas mayores, en entornos de altos índices de desempleo, las que están sosteniendo a las familias.
Para HelpAge es necesario acabar con los prejuicios y reconocer y promover la aportación que ofrecen los mayores a la sociedad, «construyendo de esta manera economías más saludables y prósperas».
Recordó que pese al aporte económico de los adultos mayores, estos sufren de discriminación, abusos y sobre todo violencia de parte de sus familiares (hijos, nietos) y de la misma sociedad.
Las mujeres viven más, según un informe de la ONU
La directora de la oficina de la UNFPA en Ginebra, Alanna Armitage, destacó en la presentación del informe titulado «Envejecer en el siglo XXI: una celebración y un desafío», que hay además un marcado componente «femenino» en este proceso de envejecimiento de la población, ya que son más las mujeres que superan los 60 años.
El documento señala que el 47 % de los hombres mayores de 60 años y el 24 % de las mujeres forman parte de la fuerza laboral. Aún así, y pese a la contribución que aporta a la sociedad una población que envejece de manera saludable y que contribuye económicamente de manera activa, muchos mayores sufren discriminación, abusos y violencia.
En el caso de las mujeres, desde que ingresan al campo laboral sufren discriminación en la asignación de tareas y en el pago de sueldo, sin considerar que, en muchos de los casos, lo hacen mejor que los hombres. Pese a esos inconvenientes y a que ellas desempeñan varios roles a la vez (amas de casa, madres y trabajadoras), está demostrado que expectativa de vida es más larga que de los varones.
Fuente: opinión.com.bo